Desayuno-Coloquio El Día de Córdoba

El presidente de Enresa descarta que las centrales nucleares alarguen su vida en España

Juan Ruz, Tomás Valiente, José Luis Navarro, Manuel Torralbo y Rafaela Valenzuela.

Juan Ruz, Tomás Valiente, José Luis Navarro, Manuel Torralbo y Rafaela Valenzuela. / Miguel Ángel Salas

El presidente de Enresa, José Luis Navarro, ha descartado que las centrales nucleares vayan a alargar su vida en España a pesar del impacto que está teniendo la crisis energética que se vive a nivel europeo. Navarro ha defendido esta tesis durante su intervención en el desayuno-coloquio La energía nuclear y El Cabril organizado por El Día de Córdoba en el Hotel Hospes Palacio del Bailío.

Todo ello "un momento tan complicado", tal y como ha relatado el presidente de la empresa gestora de El Cabril, "en el que la crisis del gas y la invasión de Ucrania han vuelto a poner sobre la mesa" en el viejo continente "el debate sobre la importancia o no de la energía nuclear". Navarro ha insistido en que en ese contexto se mantiene en España el calendario de cierre de las centrales nucleares, con horizonte 2035. El presidente de Enresa ha recordado que en España existen siete reactores nucleares repartidos por cinco centrales que producen electricidad a partir de la radioactividad. La propiedad de esas centrales se las reparten las cuatro grandes eléctricas que operan en España.

Según ese calendario, tras los pertinentes desmantelamientos de Enresa, el cierre de la central de Almaraz I será en noviembre de 2027; el de la de Almaraz II, en octubre de 2028; el de la de Ascó I, en octubre de 2030; la de Cofrentes, en noviembre de ese mismo año; el de Ascó II, en septiembre de 2032; el de la de Vandellós II, en febrero de 2035; y por último, el cierre de la central de Trillo está previsto para mayo de 2035. 

Navarro, quien ha sido presentado en el acto por el rector de la Universidad de Córdoba (UCO), Manuel Torralbo, ha recordado que la vida de las centrales en España se fijó en 40 años y que, desde finales de 2018 y principios de 2019, él personalmente, como presidente de la sociedad pública que gestiona El Cabril, negoció el calendario de cierre con esas cuatro grandes compañías, "unas empresas que estaban peleadas entre sí porque no se ponían de acuerdo en cuándo se debía llevar a cabo ese cierre. En el caso de una de las centrales, por ejemplo, una de las eléctricas propietarias de la misma quería que fuera los 40 años y la otra, a los 50. La situación era de bloqueo total, como ocurrió en el caso de Almaraz, que tiene tres propietarios constituidos en comunidad de bienes, por lo que ese acuerdo tenía que cerrarse con una unanimidad que no existía", ha puntualizado.

Tal y como ha recordado, Enresa finalmente consiguió ese acuerdo empresarial que trajo consigo la elaboración del calendario de cierre, "algo que no ha ocurrido en otros países. En Alemania, por ejemplo, ha impuesto el Gobierno las fechas, lo que va a suponer indemnizar a las empresas con dinero público que saldrá de los impuestos de los alemanes. En España, el cierre no va a suponer ni un euro de dinero público", ha sentenciado.

No obstante, según ha destacado, finalmente la media de la clausura de las centrales nucleares en España será de 45,7 años, después de que, por ejemplo, Almaraz I y Almaraz II solicitaran prórrogas de siete y ocho año respectivamente para alargar sus vidas, "para lo que tendrán que realizar una serie de inversiones; porque alargar la vida de las centrales es posible siempre y cuando se realicen inversiones en las mismas para adaptarlas", ha sentenciado. Pese a ello, "la voluntad de las empresas eléctricas es cumplir con el calendario de cierres", ha insistido.

Un momento de la intervención de José Luis Navarro. Un momento de la intervención de José Luis Navarro.

Un momento de la intervención de José Luis Navarro. / Miguel Ángel Salas

"¿Se puede alargar la vida de las centrales nucleares? Obviamente, sí. Que las centrales sigan o no sigan con vida no es un tema de viabilidad -en Estados Unidos han alargado su vida hasta los 80 años-, sino que es una cuestión económica, que a las eléctricas les sean rentables; y estas empresas llevan ya bastantes años apostando por las energías alternativas, por las renovables", ha puntualizado.

"Para que se alargue la vida de las centrales nucleares deben coincidir las voluntades para ello de los gobiernos de turno y de las eléctricas, y este no es el caso de España", ha destacado. "En el caso de España esas grandes empresas eléctricas se rigen por sus cuentas de resultados y se encuentran inmersas en una disputa a ver cuál de ellas gana la carrera de las renovables. Las eléctricas ya hace años que se rigen por las previsiones del mercado de futuro, con la voluntad de apostar por las renovables teniendo en cuenta como evoluciona el precio de la electricidad", ha añadido.

Navarro ha destacado que en lo que respecta al cierre de las centrales nucleares, "el equipo de profesionales de Enresa va a seguir haciendo, como hasta ahora, lo que el Gobierno de turno le vaya dictando. Hay un calendario de cierre y en el caso de El Cabril vamos planificando la capacidad que necesitamos para almacenar los residuos radioactivos de las centrales. El Cabril funcionará hasta que llegue el último residuo, del último cierre, de la última central nuclear".

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