Disfraces y música para burlarse de la actualidad

Cientos de personas participan en el desfile principal de la fiesta del Carnaval Las coplas de las chirigotas y la música de la batucada animan el recorrido

Jóvenes y mayores, disfrazados de indios y vaqueros.
Á. R.

11 de febrero 2013 - 01:00

Bromas, chistes, fiesta, diversión y, sobre todo, mucha crítica a la actualidad. El desfile principal de la fiesta del Carnaval sacó ayer a la calle todo el colorido posible para animar una fría mañana invernal que entró en calor conforme avanzó la jornada al ritmo de la música de las chirigotas. El grupo de batucada Sambaripa, de Villa del Río, abrió por primera vez el desfile con sones brasileños, que pusieron el contrapunto exótico a las coplas mucho más pegadas al terreno de las agrupaciones carnavalescas.

"Esperemos que el público no venga sólo a mirar, sino que se involucre. Es una buena manera de dejar atrás tantos problemas y tanta crisis y de pasarlo lo mejor posible durante un rato", invitó Eduardo Lara, pregonero del Carnaval de este año e integrante de una chirigota que, con disfraces de "pijos del taco", no dejó títere con cabeza. "Le cantamos a la desvergüenza de la clase política, porque estamos hartos de engaños, de caraduras y de estafadores", denunció Lara, que destacó la participación popular durante el presente Carnaval "gracias a la crisis". "Si para algo bueno ha servido ha sido para que la gente le dé a la cabeza y tire de imaginación para sacar afuera tanta indignación", destacó.

Los mayores de Santa Cruz, con trajes folclóricos, lanzaron desde la primera carroza del desfile sus "coplillas", dedicadas a "todo el que pillemos", advirtió uno de los integrantes del grupo, Manuel Serrano. "Cada vez hay más gente que se merece unas letras", apuntó Serrano, cuya carroza fue seguida por el grupo de Las Gymtoñis, auténticas expertas en sacar los colores desde hace más de una década. Embutidas en trajes de gimnastas de barrio, de esas que "se meten en una cafetería después de media hora de spinning", se rieron "de la crisis y de Rajoy", aunque su repaso por la actualidad incluyó buenas dosis de tipismo. "Ya estamos muy hartas de todo, muy mayores, y necesitamos ponernos en forma", bromeó con calentadores y toalla al cuello para esconder los sudores Carmen García, popularmente conocida en ambientes carnavaleros como Koski.

Niños vestidos de muñecos recortables -en alusión a los recortes impulsados por las instituciones- o de hadas, otros ataviados con los habituales disfraces de monstruos y personajes de película, dieron color a un desfile que partió de la avenida de La Victoria pero que vivió su punto álgido en la plaza de La Corredera. Fue allí donde los integrantes del colectivo liderado por Antonio Trenas, disfrazados de domingueros de chiringuito, encendieron las brasas para cocinar 25 kilos de sardinas. "Han sido muchos años en los chiringuitos de Torre del Mar, que este año nos han inspirado", bromeó. Dedicaron sus composiciones a Andalucía, a los tristemente desaparecidos Ruth y José, a la siempre presente duquesa de Alba, al Rey de España y a su familia y, por supuesto, a un buen puñado de políticos.

La carroza de los sultanes del Carnaval, Elena Fernández e Ibrahim Rivas, cerró el desfile. "Vamos a liarla mucho y a pasarlo lo mejor posible, que para preocuparse están el resto de los días", animaron los más guapos del Carnaval cordobés. Varios cientos de personas, muchas de ellas disfrazadas, llenaron los jardines de la Victoria para asistir a la salida del cortejo. Muchos piratas, personajes de película, algunos rostros famosos y mucha imaginación animaron la mañana del domingo, que invitó a pasear a pandillas de amigos y a familias enteras. Pero, sobre todo, fue un día especial para que los más pequeños echaran a volar su imaginación al encontrarse cara a cara con algunos de los personajes que habitualmente ven en el cine o la televisión.

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