El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maetzu, ha solicitado información a la Junta y al Ayuntamiento de Córdoba sobre la situación actual del pabellón polideportivo de Fidiana, después de que la asociación de vecinos Diana elevara la queja a esta institución, mediante la que denunció el mal estado de estas infraestructuras que llevan casi tres años cerradas.

Así lo informó ayer a El Día el presidente de la asociación vecinal Diana, Enrique Rodríguez, quien añadió que Maetzu está intentando recabar información y mediar entre las dos administraciones públicas implicadas en la gestión de este pabellón. Concretamente, el presidente subrayó que 12 años después de que se iniciase la construcción de la infraestructura y casi tres años más tarde de que esta concluyera, el polideportivo continúa sin abrirse al público.

Rodríguez destacó que el principal problema es que "las instalaciones se están deteriorando debido a la falta de uso y se "se está echando a perder" la inversión que las administraciones públicas destinaron a la construcción del pabellón; una cifra que asciende a unos dos millones de euros. Además, el presidente destacó que las fuertes lluvias del pasado septiembre "levantaron techos y llenaron de goteras y humedades todo el edificio", principalmente en una de las pistas destinadas a la práctica del deporte.

El representante de la asociación subrayó que, a pesar de la intervención del Defensor del Pueblo, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento cordobés aún no han remitido ningún tipo de información y no se han puesto en contacto con los vecinos de Fidiana "para darles explicaciones o informarles del futuro de las instalaciones". De hecho, Rodríguez destacó que desde marzo del año pasado no han recibido noticias de ninguna de las administraciones, a pesar "de que se comprometieron públicamente a abrir el pabellón". Además, añadió que en 2013 el Instituto Municipal de Deportes y la Junta de Andalucía se emplazaron a alcanzar un acuerdo.

El representante de los vecinos de Fidiana calificó de "esperpéntica" toda la problemática que gira en torno a la apertura del centro deportivo, y culpó de esta situación a la "incompetencia e ineficiencia de unas administraciones que son incapaces de ponerse de acuerdo"; por lo que posiblemente continúen movilizándose como ya lo han venido haciendo durante los últimos años. Concretamente, durante las últimas protestas se recogieron más de 1.400 firmas entre los vecinos, quienes empapelaron las calles de la zona con actos reivindicativos.

La Gerencia de Urbanismo licitó la última fase del pabellón en febrero de 2011, con un presupuesto superior a los 550.000 euros -en torno al 30% del montante total, de dos millones- y en un plazo de cuatro meses. Este tramo de la actuación comprendió algunas intervenciones como los revestimientos de las salas deportivas del edificio, parte del graderío, el pavimento, la carpintería de la pista central, la urbanización exterior y la modificación del vallado de cerramiento.