El Ministerio de Defensa califica la futura base logística del Ejército de Tierra en Córdoba como un proyecto "único y pionero en el mundo". La nueva Base, han informado, será un centro moderno que incorporará sistemas basados en la robótica, inteligencia artificial, impresión en 3D, realidad virtual y aumentada. Esta alta tecnología "va a permitir una optimización del personal militar", aumentando el ya disponible y para ello contará con la colaboración de la Universidad de Córdoba.

Para lograr la puesta en marcha del proyecto, que recibirá el nombre de Base Logística General de Ejército Javier Varela, el principal reto a superar es la sincronización, según han explicado desde Defensa, ya que "se debe realizar la transición del actual modelo al nuevo sin pérdida del apoyo logístico". Así, la necesidad de mantener la cadena logística operativa y los esfuerzos en atender de manera preferente las diversas circunstancias del personal militar y civil implicados condicionan la hoja de ruta para la transición.

Durante este tiempo, la actividad en los centros actuales se mantendrá hasta la completa puesta en marcha de la nueva base, que aún no tiene un plazo para que esté totalmente operativa, de forma que "el apoyo logístico esté siempre garantizado". En ese sentido, "se busca que el proyecto tenga el menor impacto posible en el personal civil y militar. No se tienen previstos traslados forzosos de personal civil". 

Una vez que la nueva base se encuentre a pleno rendimiento en Córdoba, generará unos 1.600 empleos todos altamente cualificados, con el consiguiente beneficio para la zona de implantación de la base logística.

Desde Defensa han asegurado que el Ejército de Tierra "viene trabajando en la racionalización de sus estructuras de apoyo logístico desde hace más de 10 años, con la idea de mejorar la eficacia y reducir costes en el mantenimiento de la infraestructura", dada la antiguedad de las instalaciones actualmente ocupadas por los 12 centros en servicio.

Desde que se iniciaron los trabajos para la transformación del Ejército hacia la futura Fuerza 2035, este proyecto ha cobrado una mayor trascendencia y está indisolublemente ligado a la necesidad de incorporar a todos los procesos del Ejercito de Tierra el soporte tecnológico necesario. 

La inversión necesaria para acometer este innovador proyecto "se amortizará en un breve período de tiempo, repercutiendo positivamente en el erario público". Así mismo, las capacidades estratégicas del Ejército de Tierra podrán ser aprovechadas por las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y cuerpos de seguridad, otros sectores de la administración e incluso ejércitos aliados. Además, "han sido incorporadas las lecciones aprendidas de la operación Balmis, para que el renovado potencial logístico que dicha base proporcionará pueda ser puesto al servicio de la sociedad".