Nueva Carteya se había convertido en un símbolo de la resistencia al coronavirus en la provincia de Córdoba, una suerte de fortín en la que el virus SARS-CoV-2 no había logrado penetrar. Pero la situación ha cambiado: la Consejería de Salud y Familias acaba de confirmar el primer positivo en esta localidad del Sur, que con 5.379 habitantes era hasta el momento el municipio más poblado de Córdoba sin infecciones y el tercero de Andalucía. El testigo lo recoge ahora Villaviciosa, en el Alto Guadiato, que con 3.229 vecinos permanece limpia.

El contagio detectado en las últimas horas en Nueva Carteya convierte además a la comarca de la Campiña Este en la primera de Córdoba que ha registrado casos en todos los municipios que la integran: Baena (49), Castro del Río (20), Espejo (3), Nueva Carteya (1) y Valenzuela (2). No solo eso. En las últimas dos semanas, ningún municipio de Córdoba había entrado en el mapa de contagios, una buena racha que acaba de romperse y que obliga a ser muy prudentes en la desescalada que acaba de comenzar.

El implacable avance del coronavirus por la provincia apenas ha dejado a salvo a 19 municipios. Según los datos municipalizados que ofrece a diario la Junta de Andalucía, 58 de las 77 localidades cordobesas tienen o han tenido algún caso registrado por covid-19. El listado de los municipios que están limpios desde el principio es el siguiente, tras excluir a Nueva Carteya: Alcaracejos, Añora, Los Blázquez, Cardeña, Dos Torres, Fuente La Lancha, La Granjuela, El Guijo, Pedroche, Santa Eufemia, Valsequillo, Villaralto y Villaviciosa, en la zona Norte; Carcabuey, La Guijarrosa, Monturque, Zuheros, Fuente Carreteros y San Sebastián de los Ballesteros, en la zona Sur.

En todo caso, la pandemia golpea a Nueva Carteya con un caso aislado y, como ha comunicado el propio Ayuntamiento a través de su perfil de Facebook, se trata de una persona que, por razones profesionales, trabaja y reside fuera de la localidad, aunque su tarjeta sanitaria está ligada al municipio. Lo mismo ha ocurrido en Fuente-Tójar, Luque o  Benamejí, que en semanas pasadas se sumaban al mapa de contagios en idénticas circunstancias.

Ahora que se puede salir a pasear y a hacer deporte, el Consistorio ha insistido "en la necesidad de no caer en la relajación y cumplir todas y cada una de las normas establecidas en materia de prevención, seguridad e higiene y evitar los desplazamientos y las salidas innecesarias". "No tiremos por la borda el trabajo colectivo y sacrificio que todas y todos llevamos realizando hasta el momento", ha insistido el Ayuntamiento, que ha expresado el "orgullo" por "haber sido ejemplo de responsabilidad en toda la provincia por el grado de cumplimiento con el confinamiento".

Preocupación por la economía local

La principal preocupación se centra en la crisis económica que ya se está dejando sentir y que se espera que cause estragos a todos los niveles. Más aún en un municipio que, como reconocía hace unos días el alcalde, Vicente Tapia (IU), "depende mucho de la agricultura".

En Nueva Carteya son muchos los vecinos que desde hace décadas van a trabajar en las distintas campañas agrícolas a zonas del Norte de España como Lérida o La Rioja, e incluso a Francia. "Esperemos que cuando se vayan levantando las restricciones se puedan permitir estos desplazamientos por motivos de trabajo", indicaba el alcalde, preocupado también por los comercios y actividades locales que siguen paradas al no considerarse esenciales, como los bares y restaurantes o el pequeño comercio textil.

Por eso, los esfuerzos desde el Ayuntamiento irán dirigidos también a paliar en parte esas dificultades que una parte de la población sufre de manera especial durante esta crisis. "El presupuesto municipal de Nueva Carteya es limitado, pero se harán movimientos", contaba Tapia, consciente de que "hay actividades, como las deportivas y culturales, que no se van a hacer, y se tratará de arañar todo lo que se pueda de un sitio y el otro para ayudar a aquellos que estén en mayor riesgo de vulnerabilidad".

Para ello, el Ayuntamiento ya trabaja con colectivos como Cáritas y los servicios sociales en atender las necesidades básicas de los vecinos más golpeados por la crisis.