El caso Candelario rebaja al plano personal el grueso del debate político

La teniente de alcalde de Presidencia, Rosa Candelario, habló de la gestión de su área en el Pleno de ayer. Todo el mundo sabía que el trasfondo de la intervención no era otro que el denominado caso Cortinas, que fue el que protagonizó el interrogatorio de la oposición en la última sesión plenaria. Candelario habló primero, entre otros asuntos, del trabajo desarrollado en Presidencia, de la gestión de los centros cívicos municipales o del éxito que supone el trabajo de la Oficina de la Capitalidad y las citas anuales de Cosmopoética o la Noche Blanca del Flamenco. Pero al poco el asunto giró y se enfocó en la polémica que desde hace unas semanas envuelve a esta concejala, aunque en un tono considerablemente menor.

Los argumentos políticos dieron paso a las descalificaciones personales. La espita la abrió la propia Candelario, cuando comenzó a leer su segunda intervención y señaló que el viceportavoz del PP Miguel Ángel Torrico "canta el Cara al Sol en las pizzerías que, por cierto, entona fatal". A partir de este momento las invectivas comenzaron a cruzarse entre las bancadas de IU y del PP más allá de este punto concreto del orden del día. Se pasaron a debatir otros asuntos y en ellos volvía a salir a relucir la cuestión.

El alcalde, Andrés Ocaña, interrumpió la intervención de la concejala de Presidencia y pidió que tuviera "cuidado en las alusiones personales". De nada sirvió, porque Candelario fue rebatiendo todas y cada una de las críticas que los populares han realizado en los últimos meses a la acción de gobierno de IU. Por ejemplo, criticó que los ediles del PP aparecieran por la zona afectada por las inundaciones de febrero con "botas y trajes de diseño en día no laborable para salir en Canal Sur" o que hay capitulares del PP que "utilizan su cargo para tapar las meteduras de pata de familiares".

De este debate se mantuvo al margen el Grupo Socialista, que delegó en el concejal Valentín Priego para que interviniera. Se limitó a defender las actuaciones desarrolladas desde el Área de Presidencia sin hacer la más mínima alusión a la sugerencia realizada por su portavoz, Rafael Blanco, de que la concejala implicada pidiera disculpas, dejando sin valor la estrategia desarrollada por su propio grupo en las últimas fechas.

La situación no quedó aquí, ya que el portavoz popular, José Antonio Nieto, antes de comenzar a defender la moción relativa al aeropuerto, se dirigió a la teniente de alcalde de Presidencia y le dijo que no estaba ahí "para sacar pecho sino para responder a las preguntas que no ha contestado" y que le hizo Torrico. Dijo que sus declaraciones eran propias de "política tabernaria" a la que no es conveniente hacer caso porque "algunas conversaciones explican por qué está usted ahí sentada". Después de que Candelario reiterara que no había cometido irregularidad alguna y que estaba cansada de "acusaciones veladas", el concejal popular dio por cerrado el debate al decir que no iba a perder más tiempo "en algo que se resolverá fuera de este salón de Plenos", en alusión a la denuncia presentada en la Fiscalía de la Audiencia Provincial por el fraccionamiento de casi 800.000 euros en 441 facturas.

Esta situación fue la desencadenante de que el portavoz de IU, Francisco Tejada, también entrara en esta inercia para dejar caer las razones por las que "están ahí sentados" algunos concejales del PP. El último capítulo lo protagonizó el propio Torrico, quien en la defensa de la moción que pedía la creación de una comisión de contrataciones volvió a sacar a relucir el asunto cuando casi habían transcurrido seis horas desde el inicio del Pleno. De una parte, indicó que "es muy peligroso hacerse eco de rumores de taberna absoluta y totalmente falsos, porque por desgracia circulan sobre todos los que estamos aquí". De otra, rechazó que hubiera una persecución personal contra Candelario, a la que acusó de "confundir lo político con lo personal".