Municipal

La rehabilitación de la calleja de la Luna de Córdoba arrancará en los próximos días

  • La obra comprende la instalación de varias jardineras y un pilón para recuperar "un itinerario sugerente a los sentidos"

  • El Consistorio no contempla el cierre del enclave, aunque sí se intervendrá en el pavimento

La teniente de alcalde, Marian Aguilar en la calleja Villa Ceballos

La teniente de alcalde, Marian Aguilar en la calleja Villa Ceballos / Laura Martín

El Ayuntamiento de Córdoba arrancará en los próximos días la primera de las cinco obras prometidas en distintos enclaves del Casco Histórico para este agosto. Se trata de la rehabilitación de la calleja Villa Ceballos, para la que se ha destinado un presupuesto de 43.000 euros. 

La ahora responsable de la Delegación de Casco Histórico tras la dimisión de Laura Ruiz, Marian Aguilar, se estrenará con la ejecución de esta obra, que comprende la rehabilitación de todo el pasaje con la limpieza del moho, la pintura de las paredes, así como la recuperación y reposición de las tejas. 

Además, Aguilar ha detallado que el Ayuntamiento busca recuperar "un itinerario sugerente a los sentidos a través del aroma, el color y el sonido con la instalación de tres zonas ajardinadas para disfrutar del aroma de Córdoba, con lavanda, gitanillas, rosales trepadores y la instalación de un pilón". 

La calleja, que va de Doctor Fleming a Tomás Conde, es un acceso común a los visitantes y genera mucho tránsito de turistas, por lo que, por ahora, no está contemplado su cierre, aunque la delegada ha anunciado que sí se va a intervenir en el pavimento intentando conservar el original. "Hemos hecho ya un estudio y el pavimento no está en mal estado, sin embargo se va a levantar en algunas zonas, sin que esto afecte la conservación del enclave", ha destacado. 

Cuatro trabajadores arrancarán las obras en los próximos días y el plazo de ejecución es de un mes. Las otras cuatro intervenciones se realizarán en el Zoco Municipal, la Cuesta del Bailío -que se llevará a cabo en dos fases- y la plaza de Capuchinos, que incorpora otra más junto a la Cuesta del Bailío para ocultar el cableado.

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