COAG promueve un proyecto para reducir el riesgo de expansión de patologías infecciosas
ganadería
La Junta destaca que la incidencia de la tuberculosis bovina ha caído al 0,8% en la región y que se ha neutralizado la lengua azul

El grupo operativo para la Mejora de Sistemas de Recogida y Alerta Sanitaria Animal (Mesrasa) ha finalizado los trabajos de redacción de su proyecto de innovación concluyendo que esta iniciativa puede servir para disminuir el riesgo de expansión de enfermedades infecciosas en la ganadería al reducir el tiempo de detección de las mismas. Además, por las implicaciones directas que el proyecto tiene con los mecanismos de retirada de cadáveres, podría contribuir a reducir el coste del seguro de retirada.
El Grupo Operativo Mesrasa, compuesto por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la empresa tecnológica Molvidat, Francisco Barrueco, el Instituto de Investigación Agroalimentaria de Catalunya (IRTA), Universidad Autónoma de Barcelona, Agroseguro y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), nació con un doble objetivo. Por un lado, mejorar la logística del sistema de recogida de cadáveres en las explotaciones animales para ofrecer al ganadero la posibilidad de organizar mejor está recogida con la empresa gestora. Y, por otro, contribuir a la mejora de los sistemas de detección temprana de brotes de enfermedades epizoóticas así como la detección de cambios en la frecuencia de aparición de enfermedades endémicas.
Para ello, se utilizarán como base modelos especializados en la monitorización y estudio de mortalidades, complementándolos con sistemas de vigilancia sindrómica, similares a los desarrollados en el ámbito salud pública en la década de los 90, para contribuir a la mejora de los sistemas de detección temprana de enfermedades epizoóticas en nuestra cabaña ganadera.
Aunque el proyecto tiene un uso potencial para todas las ganaderías, las partes más desarrolladas del proyecto se focalizarán en un primer momento en el vacuno lácteo. El desarrollo de este GO está dentro del marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural, financiado por el Ministerio de Agricultura y por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.
También respecto a las enfermedades ganaderas infecciosas, hace tan sólo unos días, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, incidió en la "buena salud" de la cabaña andaluza gracias al "rigor" de los programas de control y erradicación. Sánchez de Haro puso asimismo en valor el "gran logro" que supone el notorio descenso registrado en la incidencia de la tuberculosis bovina en animales para afectar en 2017 al 0,8% de las reses frente al 2,2% del año anterior.
Mejores son aún las noticias en lo que se refiere a la lengua azul, donde los planes de vacunación han permitido neutralizar su impacto en las explotaciones, y la brucelosis, "a la que se ha puesto cerco y casi está erradicada en la comunidad autónoma". El consejero afirmó, en este sentido, que la política de sanidad animal, con el "protagonismo indiscutible" de las Asociaciones de Defesa Sanitaria Ganadera (ADSG) -77 en toda Andalucía que abrigan a más de 27.000 explotaciones-, permite garantizar los más altos estándares sanitarios y el mayor nivel de seguridad alimentaria tanto en los animales como en las producciones ganaderas, "una puerta abierta a la conquista de los mercados más exigentes". Con respecto a la tuberculosis bovina, el consejero huyó de triunfalismos "porque hemos de seguir por la senda del trabajo", pero destacó que "empiezan a verse los resultados de una intensificación de los controles y una mejora de la sensibilidad de los medios de diagnóstico que nos han permitido acercarnos más a la realidad del problema y reducir drásticamente en 2017 todos los índices epidemiológicos". A su juicio, "ahora estamos más preparados que nunca para atajarlo".
El responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural insistió en el ejemplo de la lucha contra la lengua azul. Según expuso, gracias a la vacunación (la Consejería ha comprado 15 millones de dosis contra los serotipos 1 y 4 para su aplicación en 2017 y 2018 por valor de más de tres millones de euros), su presencia en la comunidad no implica ninguna restricción al movimiento de animales, con la consecuente disminución de las pérdidas ocasionadas por la enfermedad. No es muy distinto el caso de la brucelosis, eliminada en la ganadería bovina y con avances considerables en las cabañas ovina y caprina, donde ya se han iniciado las actuaciones pertinentes para solicitar que se califique a Huelva y Cádiz como provincias oficialmente indemnes. Una prueba "irrefutable" de la "efectividad" de la "cooperación estrecha" entre el sector, los veterinarios y la Administración, dijo.
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