Parada Militar 2019 en honor a la Inmaculada Concepción

La Brigada de Cerro Muriano celebra su patrona con el punto de mira puesto en Letonia

  • El general jefe de la BRI X, Aroldo Lázaro, recuerda el despliegue en unas semanas de más de 300 efectivos de la base de Cerro Muriano en tierras bálticas en una misión de la OTAN

El general jefe de la Brigada, Aroldo Lázaro, pasa revista a la tropa.

El general jefe de la Brigada, Aroldo Lázaro, pasa revista a la tropa. / Juan Ayala

Como cada 8 de diciembre, la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X (BRI X) –la primera Gran Unidad española integrante del Eurocuerpo, al que se sumó el 1 de octubre de 1995– ha celebrado el día de conmemoración de la organización de la misma y de la Inmaculada Concepción, patrona de Infantería, con una parada militar en su base de Cerro Muriano en la que han participado más de 2.000 efectivos.

Y en esta ocasión la BRI X ha conmemorado el día de su patrona con el punto de mira puesto en Letonia, país al que acudirá con un contingente de más de 300 militares de la mano de la OTAN, tal y como ha recordado en su discurso durante la parada el general jefe de la Brigada, Aroldo Lázaro.

El también comandante militar de Córdoba y Jaén ha aprovechado su alocución para hacer balance del año y repasar también lo que está por venir en 2020 para la Guzmán el Bueno. Lázaro ha destacado que se ha desarrollando “un exigente programa de actividades y ejercicios aprovechando todas las oportunidades para preparar a nuestro personal y a nuestras unidades y así poder ofrecer una Brigada de eficiente respuesta”. Y ha recordado que “nuestro contingente desplegado en Iraq terminó su misión en mayo, alcanzando el nivel exigido en ese complejo escenario”.

Los miembros de la BRI X llevaron a cabo esa misión como efectivos de apoyo a este país, dentro de la Mision Inherent Resolve, que tenía como propósito contribuir al adiestramiento, a la instrucción, a la preparación de las fuerzas de ese país contra el yihadismo mediante el impulso también en sus academias militares de formación.

El general jefe ha incidido además en que “este año la Brigada ha realizado un intenso programa de preparación de actividades de instrucción y adiestramiento que han permitido alcanzar y mantener el nivel requerido de disponibilidad. Nuestra Brigada ha asumido también desde mayo la preparación del contingente que tiene previsto su despliegue en Letonia en enero y que durante seis meses constituirá junto a países aliados parte del elemento de presencia, disuasión y defensa que mantiene allí la OTAN”. En definitiva, “un ciclo más nuestras mujeres y hombres han conseguido que la Guzmán el Bueno siga siendo una de las mejores unidades de nuestro Ejército”.

José María Bellido, Aroldo Lázaro y Abraham Alanís depositan una corona de laurel en el monumento a los caídos. José María Bellido, Aroldo Lázaro y Abraham Alanís depositan una corona de laurel en el monumento a los caídos.

José María Bellido, Aroldo Lázaro y Abraham Alanís depositan una corona de laurel en el monumento a los caídos. / Juan Ayala

En unas semanas, la Brigada volverá a tierras letonas integrándose en un batallón canadiense. Ya estuvo en misión en Letonia desde principios de 2018 otros seis meses, en esa ocasión con 335 efectivos. Por lo que se trata de la segunda vez que efectivos de la Brigada Guzmán el Bueno X participan en una misión disuasoria de la OTAN, iniciativa que nació después de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica, en la última Cumbre de Varsovia, acordaran desarrollar los acuerdos de Gales poniendo en marcha una respuesta concertada frente a las amenazas que pueda sufrir el Flanco Este de la Alianza –o lo que es lo mismo, Polonia y los países bálticos–.

Para ello la OTAN ha diseñado lo que ha dado en llamar una Presencia Avanzada Reforzada (Enhanced Forward Presence (eFP), que se traduce, como su propio nombre indica, en una mayor presencia militar en la zona y cuyo objetivo es dar una señal clara e inequívoca de que atacar a una nación miembro de la Alianza es atacar a todas. Otro de los propósitos es contrarrestar una incursión limitada en los países del Este de Europa. Y es que a diferencia de las misiones en las que ha participado la Brigada, la de Letonia no está enmarcada dentro de una misión de la ONU –como cascos azules– sino de la Alianza Atlántica. Y no se trata de una misión de mantenimiento de la paz, sino de una acción defensiva que tiene como objetivo el de evitar la ocupación de un país de la Alianza como es Letonia.

Presidida por el general jefe Lázaro, al mando de la parada militar ha estado en esta ocasión Antonio Ramón Bernal, coronel jefe del Regimiento Acorazado Córdoba número 10, y han participado la Bandera del Regimiento Acorazado Córdoba número 10 y su escuadra de gastadores; el Batallón de Infantería Protegida Princesa I/2; el Batallón de Infantería Mecanizada Lepanto II/2; el Batallón de Infantería de Carros de Combate Málaga I/10; el Grupo de Caballería Acorazado Almansa II/10; el Grupo de Artillería de Campaña XI; el Batallón de Zapadores X; el Grupo Logístico X; y el Batallón del Cuartel General X.

Tras la incorporación de la bandera de España a formación, la llegada de la autoridad que ha presidido el acto –el general jefe– y la revista de este a la tropa, se ha procedido a la entrega de los premios Guzmán el Bueno y a la imposición de condecoraciones “al personal militar que ha sido acreedor por su excelencia en el trabajo diario”.

Dentro de ese apartado de condecoraciones o recompensas militares correspondientes al año 2019 se ha otorgado una de ellas al cabo primero Francisco Javier Alanís, quien falleció por causas naturales el pasado mes de febrero. La condecoración la ha recibido visiblemente emocionado su hijo Abraham. Posteriormente, tras la alocución del general jefe de la Brigada X, Abraham Alanís ha acompañado al propio Aroldo Lázaro y al alcalde de Córdoba, José María Bellido, en el acto de homenaje a los que dieron su vida por España. Los tres han depositado una corona de laurel en el monumento en recuerdo a los militares caídos.

El teniente coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Córdoba, Juan Carretero, recibe el Premio Gran Capitán. El teniente coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Córdoba, Juan Carretero, recibe el Premio Gran Capitán.

El teniente coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Córdoba, Juan Carretero, recibe el Premio Gran Capitán. / Juan Ayala

Este año, el premio Guzmán el Bueno –que prestigia al personal civil o militar, ajeno a la BRI X, que con su labor contribuya a resaltar y engrandecer la imagen de la Brigada Guzmán el Bueno X fomentando la cultura de Defensa y el mutuo conocimiento– ha correspondido a la Guardia Civil. En concreto, “a la Guardia Civil de Córdoba, por su trabajo, sacrificio y desvelo puestos de manifiesto durante 175 años de entrega a España”. El teniente coronel de la Comandancia de Córdoba, Juan Carretero, ha recogido el premio –una talla del Gran Capitán– de manos del general jefe de la Brigada.

Mientras que los reconocimientos Guzmán el Bueno –que prestigian al militar perteneciente a la BRI que con su labor haya contribuido a resaltar y a engrandecer la imagen de la Brigada Guzmán el Bueno X– han recaído en el cabo primero José Benítez y en Ismael Francisco Millán. El primero de ellos, perteneciente al Grupo de Artillería de la Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano, salvó a una mujer de 80 años de morir abrasada por las llamas cuando su ropa se vio incendiada, el pasado 9 de junio, durante la celebración de la romería a la Virgen del Rocío, en Almonte (Huelva). El segundo de ellos detuvo a un atracador que había abordado a un hombre en Palma del Río y lo retuvo hasta la llegada de la Guardia Civil. Final mente, el Premio Capitán Distinguido de la Orden de Damas y Caballeros de Guzmán el Bueno ha sido, “por su trayectoria”, para el capitán José Manuel Vico.

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