Asenjo afirma que su cometido en Sevilla "no es brillar sino servir"
TOMA DE POSESIÓN DEL ARZOBISPO COADJUTOR
Un millar de sacerdotes provenientes de diversas diócesis concelebran la ceremonia · Benedicto XVI afirma en el nombramiento que se le eleva a este rango por "ser muy experto en los asuntos eclesiales"
El ya nuevo arzobispo coadjutor de Sevilla, Juan José Asenjo, no se sintió solo en tu toma de posesión celebrada ayer en la Catedral hispalense. Centenares de cordobeses y de castellano-manchegos –por su origen alcarreño y su primer destino en Toledo– poblaron las naves del templo codo con codo con unos expectantes sevillanes que tenían el primer contacto con quien será su pastor en los próximos años. Asenjo lo dejó claro en la alocución que hizo al término de la misa. Tras las salutaciones y agradecimientos de rigor, esbozó lo que va a ser su pontificado en Sevilla apoyado en los consejos que San Gregorio Magno le dio a su antecesor en la sede hispalense San Leandro: “Lo nuestro no es sobresalir sino aprovechar, no es brillar sino servir”.
A partir de ahora, el prelado auxiliará a Carlos Amigo hasta que éste presente a la Santa Sede en agosto su renuncia al cargo por cumplir los 75 años. Cuando le sea aceptada, Asenjo tomará posesión como arzobispo titular de Sevilla.
La importancia de este nombramiento se palpó ayer en el ambiente. Las primeras autoridades sevillanas no se quisieron perder la ceremonia y ocuparon los primeros bancos. La alcaldesa, Rosa Aguilar, y los concejales del PP, Luisa María Arcas y Rafael Jaén también estuvieron allí junto a numerosos representantes institucionales de la provincia, como los regidores socialistas de Baena y Palma del Rio, Luis Moreno y José Antonio Ruiz Almenara, respectivamente.
El ritual de la toma de posesión arrancó en la puerta de la Asunción, que es la principal de la catedral hispalense y que sólo se abre en excepcionales ocasiones. Allí, el arzobispo coadjutor electo fue recibido por el Cabildo y besó el Lignum Crucis, para dirigirse posteriormente a la capilla de la Virgen de la Antigua donde oró unos instantes ante el Santísimo.
Seguidamente, una vez revestido, formó parte del cortejo que se dirigió al denominado Altar del Jubileo donde se desarrolló la ceremonia. El acto de presentación y toma de posesión del arzobispo coadjutor tuvo lugar al inicio de la misa, cuando se leyeron las letras apostólicas en las que Benedicto XVI nombra a Asenjo para esta nueva misión por “estar dotado de manifiestas cualidades” y por ser “muy experto en los asuntos eclesiales”. Seguidamente, una representación de la archidiócesis saludó al prelado, entre los que se encontraba el vicepresidente económico de la Junta, José Antonio Griñán, quien señaló estar “enormemente contento del nombramiento” porque es “muy prudente y trabajador”. El abrazo entre ambos fue de los más significativos de la jornada, por haber protagonizado ellos dos el regreso de Cajasur a la tutela de la Junta de Andalucía y la garantía del estatus de la Iglesia dentro de la entidad financiera.
En la primera fila estuvo el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que fue presidente de Castilla-La Mancha cuando Asenjo fue obispo auxiliar de Toledo. Ayer, al inicio de acto, señaló estar confiado en que hará “un buen trabajo” en su nuevo cometido episcopal, porque “es una persona muy capaz, prudente e inteligente”.
La estructura del templo impidió que todos los asistentes compartieran el mismo espacio. Los invitados se repartían por diversas zonas, mientras que los sacerdotes –casi un millar– ocupaban las naves laterales del altar y al otro lado se encontraba la treintena de obispos. Junto al celebrante, que fue Carlos Amigo, sólo se sentaron Asenjo, los cardenales Rouco, Cañizares y Martínez Sistach; el nuncio, Manuel Monteiro de Castro, y el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. Las pantallas repartidas suplieron los problemas de visibilidad, aunque el despliegue de sillas –que prácticamente no dejaba un metro cuadrado libre de pavimento– no se vio cubierto en su totalidad.
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