Cafetería Santa Emilia

Camino de los 15 años sirviendo sonrisas a diario

  • La gran variedad en desayunos que ofrece es el fuerte de este negocio familiar

Mari Ángeles Zarza y Fernando Montes, en el exterior de su cafetería.

Mari Ángeles Zarza y Fernando Montes, en el exterior de su cafetería. / Juan Ayala

Consolidar un negocio de hostelería y alcanzar los 15 años de vida no es tarea sencilla. Además del sacrificio que conlleva, perpetuar una cafetería en el tiempo depende mucho de contar con una clientela fiel que respalde el negocio. Y eso se consigue a base de trabajo y sacrificio diario, pero conlleva muchos más factores. En el caso de la Cafetería Santa Emilia (situada en la calle Soldado Diego García Paredes, número 23), la constancia ha sido uno de ellos, pero también el trato familiar y cercano con el cliente de Fernando Montes y Mari Ángeles Zarza. Este matrimonio cordobés ha conseguido hacer de un negocio familiar su forma de vida, con la máxima del respeto por el cliente y la honestidad por bandera.

Trabajar cada día con la exigencia y la ilusión del primero es otro de los pilares que ha permitido a Fernando y Mari Ángeles hacer de su negocio un lugar conocido en su barrio y de parada obligada para muchos de sus vecinos, que a diario eligen desayunar en su compañía.

Una ilusión que, asegura Fernando, sólo se puede mantener "si tienes una compañera como la que yo tengo, una mujer trabajadora y constante, porque todo el mundo no aguanta lo sacrificado que es este negocio", en referencia a su esposa, Mari Ángeles. A base de ese sacrificio, ambos han conseguido hacerse un nombre, principalmente por su gran variedad y buena oferta a la hora del desayuno. Abierta desde las 7:00 de la mañana, en la Cafetería Santa Emilia el cliente puede dar por seguro que encontrará el acomodo a sus gustos.

Y es que en su extensa carta de desayunos se pueden encontrar casi 30 propuestas distintas, entre las que se incluyen la mantequilla, margarina, distintos patés, aceite de oliva virgen extra de la tierra, sobrasada, atún y queso, queso filadelfia y anchoas, jamón serrano cortado a loncha y varios tipos de embutidos, entre algunas propuestas más, que incluyen también los sándwiches mixtos. Un amplio abanico que satisface el gusto de cualquier cliente. Además, en cuanto a la relación calidad-precio, la Cafetería Santa Emilia destaca notablemente, porque desde dos euros se puede completar un buen desayuno.

Algunos de los dulces que se pueden disfrutar en la Cafetería Santa Emilia. Algunos de los dulces que se pueden disfrutar en la Cafetería Santa Emilia.

Algunos de los dulces que se pueden disfrutar en la Cafetería Santa Emilia. / Juan Ayala

Su oferta, además, se completa con un buen surtido de pastelería, para lo que Fernando y Mari Ángeles confían en pasteleros cordobeses de reconocido prestigio. El dulce es la estrella de las tardes en esta cafetería, también bastante concurrida a la hora de la merienda.

Y es que tras década y media de arduo trabajo, este matrimonio cordobés puede presumir de una clientela fiel y asidua a la casa, tanto que, como cuenta el propio Fernando, "muchos de nuestros clientes son de los que al verlos entrar por la puerta no te tienen que decir lo que quieren tomar, porque lo sabes perfectamente".

Una confianza fraguada con el paso de los años y sustentada en el buen servicio, la calidad en su oferta y la honestidad de Mari Ángeles Zarza y Fernando Montes, que van camino de los 15 años al pie del cañón, sirviendo desayunos con la mayor de las sonrisas. Y así, todo sabe mucho mejor.

Interior de la Cafetería Santa Emilia. Interior de la Cafetería Santa Emilia.

Interior de la Cafetería Santa Emilia. / Juan Ayala

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