Cultura

La mitología telúrica de Manuela Carrasco

  • La sevillana inaugura el próximo lunes en el Alcázar la Bienal de Flamenco con 'Raíces de ébano', un espectáculo de “baile puro” inspirado en las heroínas griegas Antígona, Ariadna, Helena y Medea.

En el Real Alcázar, uno de los más hermosos monumentos y evocadores de la ciudad, y representando a la vez el baile de hoy y el de siempre, memorioso y temperamental, Manuela Carrasco inaugurará el próximo lunes la Bienal de Flamenco de Sevilla. “Es una gran responsabilidad, pero sobre todo un placer, algo que me hace sentir muy orgullosa”, dijo esta mañana la artista, nacida en el barrio de Triana en 1954. “Yo lo que hago es bailar puro, y con este espectáculo me siento fuerte, me siento feliz cuando miro atrás y veo a quienes me acompañan”, añadió durante la presentación en el Espacio Santa Clara de Raíces de ébano, título del primer espectáculo del evento flamenco más importante del calendario internacional.

Junto a Carrasco estuvieron la directora de la Bienal, Rosalía Gómez, y la dramaturga Pepa Gamboa, la responsable del planteamiento escénico de la obra (estreno absoluto, con las entradas agotadas desde hace tiempo); junto a los representantes políticos, la delegada municipal de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, y el delegado de la Consejería de Cultura en Sevilla, Francisco Díaz Morillo. “Porque ha sido un año difícil”, afirmó Gómez, afronta con “ilusión” el arranque de las más de 70 citas en una docena de espacio de la ciudad que contempla esta edición, la decimoséptima, que dedicará una atención especial al baile.

En una intervención muy breve, “porque éste es ya el momento de los artistas”, la directora deseó “larga vida” a Raíces de ébano, que es una obra viva, precisió, no una gala al uso. “Cuando digo que no me gusta la arqueología en el flamenco, me refiero a que los artistas tienen que plantearse en todo momento su arte. El flamenco parte de una tradición, pero las personas vamos cambiando y los sentimientos no son siempre los mismos. No me interesaba que los flamencos vinieran a hacer lo que saben hacer y lo que siempre hacen”, explicó Gómez, celebrando así la valentía que tuvo Manuel Carrasco al ponerse en las manos de Pepa Gamboa.

“No es una extravagancia”, aclaró en cualquier caso esta última sobre el espectáculo inaugural, que además tendrá un sabor especial porque supone el regreso de la Bienal al Patio de la Montería, un lugar lleno de resonancias históricas -y también jondas- que diez años después de la última ocasión, gracias al impulso personal de la directora de la cita, servirá de escenario para todo un ciclo de actuaciones bajo el título Diálogos en el Alcázar. “Los bailes de Manuela Carrasco son tan maravillosos”, continuó Gamboa, que para la primera colaboración entre ambas la responsable escénica se limitó a desarrollar “unas pequeñas intervenciones escénicas” relacionadas con cuatro “mujeres de la guerra”, cuatro personas que simbolizan el desamparo, la rabia y el coraje: Antígona (seguiriya), Ariadna (taranto), Helena de Troya (alegrías) y Medea (soleá).

“Pero no hay una línea narrativa”, insistió Gamboa. “Se ha hecho de manera que nada perjudique a mi baile”, apostilló Carrasco, Premio Nacional de Danza 2007 e Hija Predilecta de Andalucía. “Sus bailes parecen salidos del centro de la tierra. Me gustaría que la gente pudiera ver los ensayos: está haciendo unos zapateados que parecen imposibles”, alabó la primera, que junto a Martina Banchetti ha seleccionado los textos de un espectáculo que se dividirá en cuatro partes con bailes y vestuario diferentes, con sendas referencias a cada una de las heroínas griegas como telón de fondo. De la música se ha encargado Joaquín Amador, guitarrista de la bailaora desde hace más de 30 años, los que llevan casados. Él mismo participará en la actuación, junto con Alfredo Lagos y Paco Iglesias, también a las seis cuerdas; Juanito Villar, Enrique El Extremeño, El Pele y Pansequito, al cante; y con Samara Carrasco (hija de Manuela y Amador), Inma La Carbonera y Toñi Fernández, que harán las veces de coro griego en este espectáculo que quiere invocar fuerzas telúricas y a la mitología adentrándose “en el mundo de la fantasía pero con verdad, con mucha verdad”, concluyó Gamboa.

Todos ellos serán responsables de la “carta de presentación ante todo el mundo” de esta Bienal, que ha apostado, ante la asfixia económica generalizada, por fundamentar buena parte de su presupuesto en la recaudación en taquilla. Un aspecto que de momento, aseguró Sánchez Estrella, marcha bien. “Hay muchos espectáculos de los que se han vendido ya entre el 80 y el 85% de las entradas”, agregó la delegada de Cultura, que escuchó cómo, a su lado, e interpelado por los periodistas, el delegado de la Consejería de Cultura tenía que defender una vez más el “compromiso” de la Junta con la Bienal después de que a mediados del pasado mes de julio la Turismo retirase su aportación de 150.000 euros. La Junta “quiere y debe” estar presente” en la Bienal, declaró Díaz Morillo, que se refirió a los “momentos de máxima dificultad” y “agobio” antes de recordar la contribución “en especie” del Gobierno andaluz y de apoyarse en la que es ya una de las muletillas predilectas del titular de la Consejería de Cultura, Luciano Alonso: “Nada puede mirarse hoy con los ojos del ayer”.

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