Una experiencia de lujo

En una ciudad como Córdoba, en la que el patrimonio histórico está presente en casi cada una de las esquinas, no es fácil acometer cambios sin el riesgo de que esa impronta quede diluida. De ahí que, a la hora de afrontar una labor de mejora, se analice detenidamente cada paso y cada detalle para mantener la esencia intacta.

Este es el caso del hotel Hospes Palacio del Bailío, un establecimiento de categoría ubicado en pleno centro de la ciudad. Se trata de una antigua casa solariega con grandes patios y una pinacoteca que la distingue de otros establecimientos. Declarado Bien de Interés Cultural por la presencia de vestigios de todas las civilizaciones que habitaron en la ciudad, el Hospes Palacio del Bailío cuenta con dos extraordinarias particularidades. Por un lado, la domus romana situada bajo el suelo de su restaurante Arbequina; y por otro, sus termas romanas, únicas en la ciudad. En este contexto, Hospes Palacio del Bailío se ha lanzado en una proyecto de remodelación en la que el objetivo es realzar la historia a través de una renovación elegante y respetuosa. De esta manera se planeó para consolidar su posición como referente del lujo con alma en la ciudad. Para lograrlo, los diseñadores Bárbara Chapartegui y Tristán Domecq trabajaron bajo la premisa de lograr una reforma en la que se estableciera un diálogo sensible entre el patrimonio y la funcionalidad, de ahí que a cada espacio se le haya respetado sus elementos originales, resultando una atmósfera de equilibrio y armonía donde la historia se siente, pero no pesa. En palabras de los propios diseñadores, “hemos diseñado una experiencia”.

Algunos de los elementos vienen conformados por unos cabeceros de roble tintado con cuarterones tapizados, muebles a medida en madera natural, latón y piedra travertino, papel vinílico con detalles de baquetón, cortinas con pasamanería y visillos de lino o baños con Dekton Portum y piedra recuperada. A esto le acompañan texturas como el roble cepillado con nogalina o la piedra natural apomazada. Todo ello para el mejor Hotel de Córdoba que, más allá de su excelencia, pretende ofrecer a sus huéspedes una experiencia coherente, emocional y profundamente estética.

Para el cuerpo y el alma

Más allá de las remodelaciones realizadas en las diferentes habitaciones del Hospes Palacio del Bailío, este espíritu renovador también se ha extendido a otros servicios dentro de la casa para lograr que el huésped que se aloja en este Palacio lleno de historia, disfrute completamente de una estancia renovadora por dentro y por fuera. Por una lado, la posibilidad de adentrarse en las termas romanas de las que dispone el hotel y con ella, la oportunidad de alguno de los tratamientos que ofrecen como es el caso de los masajes, tratamientos faciales o rituales de belleza. Todo ello recogido en bonos que oscilan entre los 74 y los 140 euros. En el caso de este último, la oferta se completa con una cena o almuerzo en su restaurante Arbequina, donde el chef Rubén González pone toda su experiencia y conocimiento para elaborar unos platos que redondeen una jornada exclusiva y llena de detalles y cuidados. La nueva carta, también renovada recientemente, incluye platos como ostra fine de Claire Aimé, el tartar de atún rojo marinado, crema fría de calabaza y azahar, el salmón a la mantequilla y yuzu o los clásicos platos tradicionales cordobeses como las berenjenas fritas y miso dulce tostado, el salmorejo cordobés con tomate seco, las alcachofas confitadas o el imprescindible rabo de toro tradicional.