La producción de dulce de membrillo rozará este año los 14 millones de kilos. Se trata de una cuantía bastante similar a la alcanzada en la pasada campaña, si bien, la recogida se encuentra ahora en su fase inicial. El membrillo es uno de los principales sectores de la economía de Puente Genil, no en vano, cada campaña da empleo a cerca de 300 personas. Son las previsiones que hace el director comercial de La Góndola y miembro de la asociación de empresarios de Puente Genil Asojem, Iván Torres, quien reconoce que las altas temperaturas del verano no han sido buenas compañeras para este cultivo. "El calor ha afectado y no ha ayudado al membrillo", sostiene, al tiempo que reconoce que en estos últimos días "hace falta que haga frío y también que llueva para que el fruto engorde". "Las altas temperaturas no benefician nada", insiste.

La floración del membrillo es en primavera y es durante el verano, según relata Torres, cuando se produce la fase de engorde, para la que necesita la lluvia. El peso de cada fruto depende de cada variedad y puede ir desde que alcance el kilo hasta que se quede en los 200 o 300 gramos. Así, destaca la gran variedad de membrillo que se recoge y, entre otras, señala la golden, la conocida como champion, la gamboa -que llega a superar el kilo de peso- o la variedad "agria o del país". El del membrillo no es un cultivo exclusivo de Puente Genil y hay otras localidades de la comarca de la Subbética cordobesa, como Priego de Córdoba y Carcabuey, donde también se produce.

Dada la calidad de este fruto, el sector ha hecho una gran apuesta en los últimos años por salir al exterior y, según indica Torres, la industria exporta ya "a casi todo el mundo". No obstante, aclara que los países a los que venden mayoritariamente se encuentran en Europa, como Alemania, Portugal y Grecia, aunque también hacen operaciones con Estados Unidos y China. Según sus cálculos, las exportaciones representan ya para esta industria alrededor del 40% de su negocio, mientras que el resto de las ventas se registran en territorio nacional. Uno de los retos de este sector es conseguir introducir el producto en los países musulmanes. Se trata de una operación en la que trabaja desde el año pasado, ya que el de membrillo es un dulce que consume esta población, sobre todo durante el periodo del Ramadán. Al respecto, Torres anota que siguen trabajando en este proyecto no exento de dificultades, puesto que "tienes que adaptarte a su paladar".

En Puente Genil operan tres empresas que se dedican a la producción de dulce de membrillo. El Quijote es una de ellas y la que concentra el mayor volumen de negocio. Además de ser la más antigua y la que mayor número de trabajadores tiene cada temporada, desde esta entidad confirman los datos aportados por Torres para esta campaña. No en vano, fue la familia que ahora regenta esta empresa la que introdujo el membrillo en Puente Genil. La actividad comenzó en 1848, cuando el confitero Rafael Rivas Pérez abrió su primer negocio, después de que un facultativo recetase el consumo del membrillo por una gastroenteritis y Rivas Pérez lo introdujese en la localidad.

La Góndola es otra de las compañías ubicadas en esta localidad de la Campiña Sur y es la que conserva la producción más artesanal. Para Torres, el mantenimiento de este cultivo y su producción es de vital importancia, ya que "Puente Genil no se entiende sin el membrillo y es uno de los motores económicos, junto con el del sector de la iluminación".

La tercera factoría que opera en Puente Genil es Membrillo San Lorenzo y su producción para esta campaña, según explican desde la compañía, "es similar a la del año pasado, tanto de fruto como de producto elaborado". Destacan también que "los puestos de trabajo en esta fecha se multiplican por dos" y recuerdan que la empresa fue fundada por Lorenzo Estepa Aguilar en 1942; actualmente, es la tercera generación de su familia la que mantiene la actividad. Subrayan también que han abierto una ventana a las exportaciones y que venden sus productos a países árabes, en el continente americano y Europa, una tarea a la que imprimen "mucho esfuerzo" y cuyos beneficios han logrado incrementar.