LaLiga 1|2|3

Minutos de frenesí y patada a la ansiedad (3-0)

  • El Córdoba castiga en una fase de locura y pura inspiración ofensiva a un rácano rival, y toma aire en la tabla después de quebrar una racha de dos derrotas

  • Los blanquiverdes mostraron un perfil más intenso y ambicioso

Los jugadores blanquiverdes felicitan a Markovic por su gol.

Los jugadores blanquiverdes felicitan a Markovic por su gol. / José Martínez

El Arcángel respiró aliviado. Y el cordobesismo, aún mascullando sobre alineaciones, estilo, pitos y aplausos, se marchó a su casa con una media sonrisa interesante en el rostro. El Córdoba hizo lo que tenía que hacer: ganar. Ya habrá tiempo de discutir sobre el cómo, sobre la forma, pero el fondo es lo más importante en momentos de crisis. Este era uno. Dos derrotas consecutivas en Liga, más la eliminación de la Copa del Rey, con resultados abultados e imagen esperpéntica, habían convertido la visita del Alcorcón en una final encubierta a principios de octubre. Y el CCF la ganó, aunque el único trofeo que pudo saborear fuera la dulce despedida de una afición satisfecha con una victoria solvente, merecida, ante un rival rácano a más no poder que vino a que el marcador no se moviera y resultó aniquilado en el arranque de la segunda mitad, en ocho minutos de frenesí e inspiración del conjunto blanquiverde. Es el primer paso para poder crecer, porque si algo necesitaba este equipo era quitarse la mochila de la ansiedad y cambiarla por otra cargada de autoestima y confianza. Ya lo ha hecho, aunque ahora habrá que buscar continuidad y regularidad en Lugo, ante el Nàstic...

Como había dejado entrever, Carrión agitó el equipo con el deseo de cambiarle la cara. Quizás lo hizo más de lo esperado, pues introdujo hasta siete cambios, pero al menos consiguió que se viera ya desde el inicio un bloque más intenso y convencido de sus posibilidades. Tanto en defensa, con Caro y Joao Afonso formando pareja de centrales inédita, y el joven Víctor Mena en la izquierda; como en ataque, con Markovic ejerciendo de enganche, y su compatriota Jovanovic y Jaime por los costados. Entre unos y otros, en la sala de máquinas, un doble pivote eminentemente creativo con Javi Lara y Caballero que reflejaba la idea que el técnico tenía del partido. Y no se equivocó. El Alcorcón salió a esperar en su campo, sin la más mínima intención de atacar, dejando metros y balón a un Córdoba al que le costó hallar fluidez, perdiéndose en más de una ocasión en envíos en largo a tierra de nadie que permitían respirar a los madrileños.

Pero si algo dejó claro el arranque es que sólo un equipo parecía dispuesto a hacer lo que hiciera falta para ganar. Bajo un ambiente de tensión más propio de otras alturas del campeonato, el CCF era incapaz de encontrar vías de agua sobre el muro alfarero, solidificado en torno a tres centrales y dos carrileros que difícilmente pasaban de la línea del centro del campo. Sólo un par de chispazos de Jaime Romero, con la colaboración de Víctor Mena, animaron los primeros minutos hasta que Markovic apareció para conectar un par de envíos de Fernández por la derecha y dar señales de peligro real. Jovanovic, sin espacios pegado a la cal y marcado muy de cerca por un asistente que le marcó tres fueras de juego al límite, también lo intentó con un disparo seco al que respondió bien Casto.

Este primer arreón se quedó sin continuidad. El Alcorcón siguió a lo suyo, empedrando el partido, jugando poco o nada, esperando una oportunidad para asustar. La buscó Dorca a la espalda de la zaga, pero apareció rápido Fernández. Y poco más. Así, los minutos se consumían con casi nada que echarse a la boca, lo que al final conducía en exceso de precipitación y ausencia de tranquilidad en las filas locales, a pesar de la insistencia de Carrión desde fuera por mandar mensajes de calma sin mucho resultado. Con todo, antes del descanso Caballero y Markovic volvieron a pisar área, aunque sin mayores consecuencias que obligar a hacer su labor al cancerbero visitante.

El partido pareció seguir por los mismos derroteros en el arranque de la segunda mitad, que dibujó ya las primeras imprecisiones en el pase en la salida de balón cordobesista y el primer fuera de juego de Jovanovic en su búsqueda de espacios. Entonces, un envío sin aparente peligro de Jaime al área provocó el error en el despeje de David Navarro y el gol de Markovic. Era el minuto 51 y ahí empezó una fase de loco frenesí que terminó por romper el choque. Desde ese momento hasta el 59, los blanquiverdes pisaron dos veces más el área visitante y anotaron dos goles, aprovechando a la perfección los espacios a la espalda de la defensa que se hundió tras encajar el primer tanto. Hugo Álvarez, en su meta, tras una acción brillante de Jovanovic, y Guardiola, para dar continuidad a su idilio con el portería contraria, firmaron la sentencia con más de media hora por delante. Quien más y quien menos se frotaba los ojos ante lo que estaba viendo, pero era real. El Córdoba, por fin, podía disfrutar de un tramo final de partido plácido.

Eso sí, con todo decidido, y tras todo lo sufrido, hubo lugar a cierta rebaja de la intensidad, lo que a punto estuvo el Alcorcón de exprimir para meterse de nuevo en el partido. Lo evitó Pawel, inédito hasta el minuto 53, cuando atrapó sin problemas un disparo manso de Pereira, y al que se le acumuló el trabajo con la entrada de Borja Lázaro. El ariete tuvo hasta tres ocasiones francas, pero en todas se topó con el buen hacer del polaco, atento también para detener un testarazo de Álvaro Giménez. Fue la única fase en la que los alfareros mostraron algo de ambición, que terminó por ser anecdótica tras la expulsión de Casto. Con Toribio de portero, Javi Lara, Aguza y Mena buscaron el cuarto sin éxito. Mejor guardarlo para las citas siguientes. El 3-0 ya era más que válido para un CCF que puede por unos días apartar bien lejos la ansiedad que le ha venido persiguiendo desde el inicio del curso. Respiren aliviados, que ya tocaba.

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