Joaquín Pérez Azaústre

La Antorcha Humana

Reloj de sol

AHORA va a morir La Antorcha Humana. Que a nadie le sorprenda que sea el primero en caer de Los Cuatro Fantásticos: la crisis también afecta a los superhéroes, y en los comics, como en los bancos y a las cajas de ahorros, la mala gestión casi siempre lleva aparejada unas cuantas defunciones públicas. En el caso de Marvel, no será el primero en caer. Antes ya murió El Capitán América, que también regresó poco después: el mundo no podía vivir sin la gran A estampada en la frente, sobre azul, de Steven Rogers, el primero de Los Vengadores, que también fue compañero, allá en los años 40, de la primitiva Antorcha Humana, en Los Invasores, luchando contra Hitler.

En Estados Unidos se puede rastrear la vida de sus ciudadanos, las costumbres sociales, asomándose a los cambios en los comics de las últimas décadas. Que ahora hayan lanzado la noticia de que uno de los miembros del grupo más antiguo, Los Cuatro Fantásticos, va a morir próximamente, es esencialmente una gran estrategia comercial. También en la compañía vecina, DC Comics, cuando murió Superman a manos de Juicio Final se multiplicaron las ventas, y después hubo que estar a la espera de la resurrección: fueron varios los supermanes que aparecieron entonces, todos con ADN más o menos cercano al de Clark Kent, todos presentándose ante Lois; pero sólo uno de ellos era el verdadero Kal-El, último hijo de Krypton, dispuesto a regresar de entre los muertos. El Caballero Oscuro, Batman, ha muerto unas pocas de veces, y hasta el segundo Robin, Jason Todd, tras haber sido salvajemente asesinado por El Joker, también volvió unos cuantos años después, ya convertido en la nueva Capucha Roja, con la no muy sana intención de vengarse de Batman, que no le había salvado de la última explosión. Y también Supergirl, que se sacrificó por nosotros en 1989, en aquellas Crisis en Tierras Infinitas, ha regresado del más allá, más sexy y con más brío.

No parece que vaya a ocurrir lo mismo con Los Cuatro Fantásticos, porque esta defunción será más duradera. Cuando en Marvel han decidido cargarse a uno de ellos, es que las ventas deben de haber caído en picado. ¿Será Reed Richards, El Hombre Elástico, o la bella Sue, La Chica Invisible? Puede ser Ben Grimm, La Cosa -qué tierna, La Cosa, bailando en Montpellier con la Dama Esmeralda-, pero seguramente será La Antorcha Humana. En fin, que hasta en los comics la crisis hace estragos. Como en los bancos. Como en las cajas de ahorros. Los villanos, por regla general, no suelen morir nunca: casi siempre salen bien parados. Es como si los editores decidieran premiarles esa malignidad, del abuso soberbio, incluso con ascensos en la escala del crimen, sin que ninguna auditoría moral pueda con ellos. Como la vida misma.

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