EL alcalde de Córdoba está que no para. Los compromisos internacionales le tienen este mes más viajero que el baúl de la Piquer. Ayer partió a Nuremberg para profundizar en los lazos de hermanamiento que Córdoba mantiene con esta ciudad alemana, tal y como hizo la semana anterior yendo a Nimes y París. A primeros de mes cogió otro vuelo a Buenos Aires en busca del sueño olímpico aunque se volvió con las manos vacías. Esperemos que de tanto camino al exterior acabe saliendo un buen resultado que redunde en el incremento de las visitas de alemanes y franceses a la ciudad.

LA peatonalización de la calle Cruz Conde no sólo ha tenido como consecuencia la aparición de jóvenes de múltiples ONG reclutando socios carpeta en mano. También se ha convertido en una suerte de escenario musical en el que cada vez más grupos se atreven a tocar sus instrumentos, que van desde el folk celta al rock, pasando por la música clásica. Y sólo a cambio de la voluntad.