Cuando quiere, la afición del Córdoba achucha como la que más. Llevada a casos extremos, reacciona de manera desproporcionada. Emocionante. Es capaz de levantar destinos y cambiar defectos por virtudes. El año pasado, las cosas pintaban fatal cuando el Xerez visitó El Arcángel en mayo. La salvación era una quimera. Acababan de perder en Elche su cuarto partido consecutivo, y acudir al estadio era una cuestión de fe. Y ellos, los de la grada, no sólo estuvieron, sino que los más fieles levantaron un tifo en el que se leía el que luego sería lema de la remontada: "El Arcángel, nuestro reino". Ganaron al Xerez (ellos y los catorce bravos que disputaron aquel choque), tomaron carrerilla y zanjaron una agónica y merecida salvación tras obtener todos los puntos posibles en casa.

Ahora la situación no es tan morrocotuda. Lo del domingo, lo dicen casi todos, no es una final. Pero casi. Al menos, así lo ha entendido una afición que quiere adelantar su trabajo haciendo horas extras. La derrota de Alicante, por sus condicionantes arbitrales, ha investido con la capa del martirio al grupo de Luna. Si es cierto que no hay mal que por bien no venga, aquel punto fugado puede ser el de arranque de una nueva reacción del cordobesismo.

Si ante el Zaragoza hubo marcha desde Las Tendillas y calor durante los 90 minutos, al Alavés y a Lizondo Cortés les espera un presumible festival de aire. Porque se está perfilando una serie de medidas para que el ambiente se vuelva a repetir. La Federación de Peñas ya se ha reunido con el club para estudiar una movilización colectiva. Desde otros foros se pide a todo aquel que acuda al estadio que porte un silbato como doble medida: por un lado, de protesta contra los últimos arbitrajes, y por el otro para crear mayor presión acústica. "Lleva tu pito al Arcángel" (sin dobles sentidos) es la premisa. En la red social Tuenti ya hay fijado un evento para darle más bombo. De manera más formal, las peñas están pensando en emitir un comunicado conjunto en protesta por la actitud de los trencillas.

El estadio bullirá, y no es chovinismo cordobita. Ricardo Oliveira, que ha ganado una Champions hace nada, acaba de fichar por el Betis; el brasileño comentó en una entrevista en As que "con el Zaragoza vine a jugar a Córdoba y estuve en el banquillo, mirando cómo empujaba su afición. Conozco a la gente de Andalucía y sé como son: muy apasionados". El domingo les toca demostrarlo.