Alcorcón-córdoba

De las piedras al césped (0-1)

  • El Córdoba, de menos a más, aprovecha su oportunidad en la segunda parte para ajusticiar al peor Alcorcón que se recuerda. El equipo se mostró firme en defensa pese a la lluvia de balones.

Seis de seis en cuatro días para asentarse en la zona alta de la clasificación. El camino del Córdoba se ha teñido de césped tras una fase llena de piedras y algún que otro socavón que amenazaba con conducirlo directamente al precipicio. Pero el equipo ha sabido parar a tiempo para reajustar unos conceptos que parecían perdidos y, de nuevo con el orden y la seguridad defensiva como axiomas, vuelve a sonreír. Ayer lo hizo en Santo Domingo, un escenario que jamás había conquistado y ante un Alcorcón que es, de largo, el peor que se recuerda en la categoría de plata. Un equipo que apenas puso en apuros a los blanquiverdes con una lluvia de balones en la primera media hora de juego y que luego fue difuminándose gracias también al buen trabajo del cuadro de Oltra, que aprovechó una de sus escasas llegadas en una fase en la que ya controlaba con solvencia pero sin lucimiento el desarrollo de la batalla para adelantarse con un tanto de Alfaro. A partir de ahí, al CCF le bastó con estar juntito y hacer las cosas fáciles para sumar su tercera victoria de la temporada, todas por la mínima -que ya es una máxima-, que le permite mirar al futuro con una cierta dosis de optimismo. 

Con el refuerzo moral del triunfo ante el líder, el Córdoba se presentó en Alcorcón con la misión de dar continuidad a las virtudes mostradas en casa. Tocaba hacerlo a domicilio, donde hasta la fecha no se había visto la mejor versión del equipo, ni siquiera una notable; y ante un enemigo de esos que se suele atragantar más de la cuenta, de los que pasan directamente al capítulo de gafes. Pues bien, ambas reválidas las pasó el conjunto cordobesista con más o menos solvencia. Faltó mucho para sacar nota, pero no por eso el primer aprobado fuera de casa tiene menos valor, entre otras cosas porque el juego del rival no invitaba tampoco a florituras. Así que tocó zafarse en defensa, esperar a que los alfareros fueran perdiendo fuelle, porque las ideas ya se las habían dejado en el vestuario, y empezar a controlar la situación, primero sin balón y luego con él hasta encontrar la oportunidad que permitiera aumentar el botín que ya de salida te otorga el resultado inicial. Todo aparentemente sencillo, aunque luego eso hay que saber llevarlo a la práctica. 

El Córdoba esperó con relativa calma los primeros minutos de intensidad que provocó el cuadro local, que acumuló hasta cuatro saques de esquina en los primeros diez minutos. Eso sí, de todos ellos, en apenas uno pudo conectar con el balón. Y creó peligro, pues el remate de David Rodríguez se estrelló en el cuerpo de Luso cuando ya caminaba hacia la portería. El Alcorcón mandaba de primeras la pelota al campo contrario, buscando a su referencia pese a que estuviera en aparente desventaja, con la intención de que las segundas jugadas le favorecieran. Eso, si no le permitía llegar con claridad, al menos hacía que el partido se jugara en el medio campo de su oponente, que algo es algo, debería pensar Contra. Poco, Cosmin, muy poco. Ante ese decorado, el CCF esperó bien atrás, juntito y sin conceder ni fallar entregas, para salir con rapidez y verticalidad tras robo. Fue una fórmula que casi fructifica tras un envío de Rodri a Alfaro que Elgezabal cortó en falta con la meta ya en el horizonte. Amarilla tirando a naranja. Y principio del fin para los locales, que poco a poco empezaron a verse mecidos en la telaraña tejida por Oltra, a la que sólo le faltó tener más ideas para posesiones largas. Tiempo al tiempo, o eso hay que esperar.

Sacudido el dominio, el Córdoba incluso se atrevió a pisar campo contrario. Y hasta asustar a Dmitrovic, que atajó en dos tiempos un zurdazo de Edu Ramos. Luego, el meta serbio no estuvo tan fino al tratar de controlar un balón y el robo de cartera que le hizo Rodri lo tuvo que solventar bajo palos Elgezabal ante la llegada de Alfaro. Sin elaboración en el juego por parte de ambos equipos, el choque caminó hacia el descanso con un nuevo intento desviado de Óscar Plano y la sensación de que a poco que el CCF apretara el acelerador atropellaría a un rival tremendamente débil. Sin embargo, no fue eso lo que se vio a la salida de vestuarios, sino un nuevo intento de Aguza al que no llegó David, desesperado en el área, engullido por el buen hacer de Bijimine y Deivid. 

Con media hora por delante, el partido empezó a virar. Contra buscó en Pablo Pérez la claridad ofensiva que le faltaba a su equipo y Oltra contrarrestó con la pausa y el toque de Caballero. No dio tiempo a ver qué efecto tendrían los cambios, porque una rápida transición conducida y finalizada por Alfaro rompió el empate y puso el partido muy de cara al Córdoba, que con espacios empezó a tener opciones para matarlo. El Alcorcón quiso dar el paso al frente, pero chochó una y otra vez ante la muralla blanquiverde, cada vez más crecida, cada vez más sólida por delante de Pawel. Lo intentó Álvaro Giménez sin encontrar portería antes de marcharse al vestuario con una rabieta que ni siquiera se le vio a su equipo al verse por detrás en el marcador y sin capacidad para asustar. Sólo a la desesperada y ya en el alargue tuvo un par de llegadas: un pase filtrado de Plano a David que desbarató un imperial Bijimine y un córner con Dmitrovic en el área que puso el 0-2 en bandeja de plata a Bergdich a la contra, aunque el marroquí le pegó al suelo. No hizo falta más. El gol de Alfaro fue suficiente para romper el maleficio en Santo Domingo, sumar el primer triunfo del curso a domicilio y enlazar dos victorias que sitúan al CCF en lo más alto. Que siga la racha.

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