El Ángel Ximénez-Avia arranca mañana su cuarta temporada en la Liga Asobal, un reto sin precedentes para el balonmano cordobés. Después de los apuros que el equipo sufrió la pasada campaña para mantener la categoría, el club que preside Mariano Jiménez no quiere que se repita una situación parecida y ha apostado por una amplia renovación de la plantilla que estará dirigida por el histórico Quino Soler (Málaga, 1973), quien tras su etapa al frente del Antequera debutará en los banquillos de la máxima categoría del balonmano nacional.

-Aunque suene a tópico, ¿cuáles son los objetivos del equipo esta temporada?

-El principal, único y exclusivo es la permanencia. Lo que quisiéramos todos es que eso sucediera lo antes posible y pudiésemos marcarnos objetivos distintos a lo largo de la competición, pero de primeras debemos pensar en ser un equipo y en buscar un nivel de competitividad en consonancia con el reto propuesto.

-¿Cómo ve la plantilla de este año, quizás más compensada que en campañas anteriores?

-He intentado que esté más compensada. Tengo un profundo respeto por lo que se ha hecho aquí en los últimos años, ya que ha habido compañeros que han dado lo mejor de sí para lograr los objetivos marcados y, de hecho, lo han conseguido. Una vez que me hice cargo del equipo intenté analizar la plantilla que había, valoramos los puestos que debían ser reforzados y la verdad es que fue un mes y medio muy duro, pero dentro de las posibilidades que teníamos y dadas las fechas en las que llevamos a cabo esa planificación, estoy muy contento con la plantilla que tenemos.

-Mirando al resto de clubes y cómo se han reforzado, ¿cuáles pueden ser los rivales directos del Ángel Ximénez-Avia en ese primer objetivo de lograr la permanencia?

-Es complicado de responder. Hay cuatro o cinco equipos que por presupuesto y plantilla van a estar arriba, y después hay otro grupo de equipos que vamos a tener que pelear muchísimo entre nosotros. Pienso que este año la liga se ha igualado de manera clara, y además los dos que han ascendido son históricos y se han reforzado muy bien. Desde mi punto de vista creo que de primeras no hay que etiquetar a los rivales porque eso tampoco te lleva a nada bueno, por eso debemos ir partido a partido, a competirlos todos, y a esperar que todo el trabajo que están haciendo los jugadores pueda dar los resultados esperados.

-Es inevitable preguntarle por el partido del otro día ante el Ars Palma del Río y por el balance de la pretemporada. ¿Poniéndolo todo en una balanza qué nota le pondría a este mes de trabajo del equipo?

-En cuanto a intensidad y actitud una nota muy alta. Del partido del pasado viernes me supo mal esa desilusión por no ganarlo y también la responsabilidad personal en cuanto a la situación que se produjo con mi descalificación, que me hizo sentirme muy culpable. Estuvimos ansiosos y precipitados, y fue una decepción grande de la que hay que levantarse, porque la grandeza no se mide por todo lo que ganas sino por cuanto te levantas cuando caes. Partiendo de esa autocrítica, creo que a la hora de analizar la pretemporada sería injusto centrarnos sólo en ese partido, ya que hicimos un gran encuentro ante el Sporting de Lisboa y los dos partidos que jugamos en Santander también los hicimos a un gran nivel. Tenemos que intentar ser cautos porque ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos. Tengo mucha confianza en estos jugadores y me gustaría transmitirle a la afición que también confíe en ellos, ya que están haciendo un muy buen trabajo.

-El club viene de una buena campaña, hace dos temporadas, con el noveno puesto y la clasificación para la fase final de la Copa del Rey y de una experiencia no tan buena, el año pasado, donde después de muchas circunstancias deportivas y extradeportivas, con mucho sufrimiento, se consiguió la permanencia. ¿Dónde puede estar el término medio del equipo este año?

-Es difícil de saber porque vaticinar lo que puede pasar en el deporte no es nada fácil. Creo que ese término medio puede pasar por ser extremadamente competitivos en los partidos de casa, e intentar que, a lo largo de la temporada, todo los equipos que vengan a Puente Genil sepan que vienen a un pabellón difícil y que van a tener que hacer las cosas muy bien para sacar algo positivo. Para cimentar ese razonamiento, los partidos en casa son muy importantes.

-¿Se atrevería a pronosticar en qué posición va a estar el equipo a final de temporada?

-No me atrevo (sonríe) pero lo sueño con mucha ilusión. Veo a mi equipo entrenar, esforzarse, y ponerle muchas ganas, y lógicamente sueño con hacer algo bonito y grande. Con los pies en el suelo, me gustaría que el club creciera y se asentara en mitad de la tabla, y después, ya metido en ese grupo de equipos de arriba, que cada año intentásemos ser más competitivos. Lógicamente sueño con eso y me gustaría ser partícipe de ello, pero también te digo que en sueños las cosas se ven bastante más fáciles que luego en la pista.