Es cosa sabida que a las noches de verano en Córdoba las arropa una gran manta de calor y bochorno que hace difícil la tarea de conciliar el sueño. Y más cuando, en madrugadas como la de ayer, se alcanzan los 27 grados de mínima, superando en tres el llamado umbral del sueño, lo que la convierte en la noche más calurosa del verano y de los últimos cinco años según fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología. Aún con todo, estas mínimas no pillaron a los cordobeses desprevenidos. Y es que los habitantes de la capital ya llevaban tiempo soportando el calor, que se ha incrementado en la última semana hasta en seis grados según lo recogido por el Observatorio Meteorológico del Aeropuerto.

Las temperaturas nocturnas comenzaron a subir el pasado sábado, y el domingo por la noche ya se alcanzaron 25,5 grados. El martes se llegó a alcanzar la temperatura mínima más alta hasta el momento, con 30 grados a las dos de la madrugada. Colocar los colchones en los balcones o dormir con los ventiladores apuntando hacia el techo son estratagemas que se utilizan estos días para rebajar el calor nocturno. "Yo duermo con ropa ligera y abro la puerta y la ventana para que haya corriente", explica Victoria, una joven de Ciudad Jardín. "Me da miedo dejar el ventilador encendido toda la noche, así que me duermo dándome con el abanico", afirma Josefa, una anciana que añade que durante el verano "duermo en los pies de la cama, que están más cerca de la ventana, para que me dé más fresquito".

Ayer, el día siguiente a la noche más calurosa, el calor seguía siendo el protagonista. Los termómetros de la capital superaron los 40 grados de máxima, y ese mismo calor provocó unas débiles precipitaciones en el centro de la ciudad. Las predicciones de la Aemet apuntan a que las altas temperaturas se mantendrán hasta el fin de semana, pero que el viernes tendrá lugar un notable descenso del mercurio, que se quedará alrededor de los 35 grados en la capital. En otras localidades de la provincia como Lucena, Puente Genil o Peñarroya-Pueblonuevo la situación no será diferente, aunque allí las máximas no serán tan sofocantes, todas alrededor de los 30 grados centígrados.

Córdoba, exceptuando las zonas de la Sierra y los Pedroches, lleva junto a otras provincias andaluzas en alerta naranja desde el lunes. Esto implica una situación de "riesgo importante" que se mantendrá en principio hasta el fin de semana en la capital y la campiña cordobesa. Este tipo de alerta se activa cuando se dan temperaturas superiores a los 40 grados durante un periodo de tres días aproximadamente.

Afortunadamente, y pese a las temperaturas extremas del verano cordobés, el hospital Reina Sofía no ha recibido en los últimos días casos importantes de incidentes relacionados con el calor. Aún así, y aunque el fin de semana prometa suavizar el tiempo, se sigue insistiendo en las pautas promovidas por el Plan de Prevención contra los Efectos de las Altas Temperaturas de la Consejería de Salud, que se mantendrá activo hasta el 30 de septiembre. José Luis, un vecino de la zona de la Sierra, cuenta que "me doy varias duchas al día para mantener una buena temperatura en el cuerpo". Ése es uno de los consejos impulsados por este plan. La no exposición directa al sol, usar ropa ligera y beber abundante líquido para mantener la hidratación son otras de las medidas para paliar las consecuencias del calor en la salud. Además, hay que tener especial atención con los niños, enfermos y ancianos mayores de 65 años. Así, hasta septiembre.