puerto del calatraveño

Silencios que dicen mucho o casi nada

  • Reflexión. Hay afición entre la ralea política cordobesa a eso de callar -que no siempre significa otorgar- sobre los asuntos de la cosa pública o en los que afectan a su maltrecha imagen

ANDA el corral patrio un tanto revuelto con eso de la corrupción, los sobres, el dinero negro y las contabilidades B, lo que viene a corroborar que la casta política no está en su mejor momento en cuanto a estimación. Hasta el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha visto entre la espada y la pared a raíz de unas informaciones que, cuando menos, le sitúan en una situación comprometida. Sea como fuere, la cuestión aquí es que Rajoy ha tardado 72 horas en decir lo que casi todo el mundo sabía que iba a defender, que es negar la acusación.

Sin olvidar el fondo, este caso viene como anillo al dedo para poner sobre la mesa una cuestión que los políticos no parecen tener en cuenta, que son los tiempos. Siguiendo con el ejemplo, en los casi tres días que ha tardado el presidente en replicar a determinadas acciones que pueden afectar a su honorabilidad, son muchas las especulaciones y dudas que ese gesto ha generado en la opinión pública, sobre todo porque lo dicho ayer sábado bien podría haberlo defendido el jueves. En definitiva, que su silencio puede decir muchas cosas para algunos y poco o nada para otros, pero no es indiferente.

De vuelta a Córdoba, el gesto de Rajoy -Mariano para sus incondicionales- no es exclusivo del presidente, ¡ni hablar!, que en esta nuestra provincia parece que también hay afición entre la ralea política a eso de callar -que no necesariamente significa otorgar- sobre aquellos asuntos que afectan a la cosa pública o al escaso prestigio que aún atesoran los partidos políticos en la actual coyuntura económica y social.

Pruebas de ello hemos tenido esta semana y, curiosamente, en las tres principales formaciones del espectro político de Córdoba: PP, PSOE e IU. En el caso de los populares, el silencio ha reinado en un asunto un tanto ya cansino para casi todo el mundo, como es el asunto del pago del Miner al Ayuntamiento de Belmez, una deuda de 600.000 euros que hasta ahora el Ministerio de Industria se ha negado a abonar y que derivó en que hace ya más de dos meses que casi toda la Corporación belmezana decidió acampar -ahí sigue- a las puertas de la Subdelegación del Gobierno hasta que obtengan una garantía de que se les va a hacer efectiva esa cantidad, que arrastra desde 2010.

La callada del PP no se acabó de entender del todo hasta el viernes pasado, cuando se cumplieron los augurios que los propios populares cordobeses habían comentando a nivel interno, como es que la resolución del conflicto de Belmez debería servir para levantar el ánimo de algunos dirigentes del partido en la comarca del Guadiato, sobre todo para quienes más deterioro, en cuanto a imagen, están sufriendo en los últimos meses. Dicho y hecho. En la escueta nota que envió la Delegación del Gobierno en Andalucía el viernes sobre el asunto del Miner se habla de una resolución favorable para Belmez, Peñarroya-Pueblonuevo y Fuente Obejuna, todo ello en un encuentro en el que también tomó parte la senadora y alcaldesa peñarrotense, María Gil (PP), quien se supone que debe salir fortalecida tras esta reunión.

Que Gil Morata no pasa por su mejor momento en cuanto a popularidad -por demérito propio- y que no acaba de encajar del todo con el resto de líderes del PP en el Valle del Guadiato es obvio, aunque también es injusto responsabilizarla de las malas decisiones del Ministerio de Industria. Su silencio dice muchas cosas, pero no siempre en su contra.

En que hable alguien confía también un grupo de simpatizantes del PSOE de Fuente Palmera, que lleva más de dos meses esperando que la dirección local tramite sus altas como afiliados, pero parece que no hay manera. Los afectados apelan a que sea el propio secretario general de los socialistas cordobeses, Juan Pablo Durán, el que tome cartas en el asunto, si bien hasta ahora se ha limitado a señalar que cualquier persona que quiera afiliarse al PSOE puede hacerlo a través de la web sin necesidad de más trámites. Si es así, problema resuelto, aunque Durán, algún día, tendrá que explicar qué sucede en la agrupación de los socialistas en Fuente Palmera y por qué se permiten determinados comportamientos y gestos. Su silencio puede delatar complicidad del secretario general con unos compañeros de viaje un tanto singulares.

Sin salir de la Colonia, resulta que deja la primera línea política un histórico de IU en Fuente Palmera, Manuel Ruda, ante la indiferencia -o eso parece- de una dirección provincial de la coalición más preocupada de otras cosas que de reconocer a los que han trabajado por la organización. Independientemente de sus errores, que no han sido pocos, a Ruda hay que reconocerle su perseverancia en la persecución de las irregularidades urbanísticas y de gestión que durante años se sucedieron presuntamente en el Ayuntamiento de la localidad, así como su defensa de la transparencia.

Por ello, resulta un tanto triste que tras una década en la brecha, el otrora portavoz de IU en la Colonia se despida con duras críticas a la dirección provincial, a la que considera "una versión mala de Muchachada Nui". En este caso, tampoco se sabe si el silencio del coordinador provincial, Pedro García, es también de los que otorgan. Decía Ganivet que el sabio habla porque debe decir algo y el necio simplemente por gusto. Pues que cada uno se coloque en el lugar que más le plazca, o el que le dejen.

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