Cuatro sitios donde comer bien y disfrutar de una larga sobremesa en Córdoba

Gastronomía

El Patio de María, La Taberna del Río, Victoria 57 y La Casa de Manolete Bistró no sólo tienen una cocina excepcional sino que son perfectos para disfrutar de una café o una copa después

Un frondoso limonero preside El Patio de María
Un frondoso limonero preside El Patio de María / El Patio De María

Las cenas y comidas de Navidad ya han dado el pistoletazo de salida. A ello se suman las dilatadas jornadas de compras prenavideñas por la capital, que acaban más de una vez reponiendo fuerzas en algunas de las tabernas, bares o restaurantes que nos pillan de paso.

Pero si el comensal desea extender un poco más el encuentro, en compañía de un buen café, copa o cóctel, nosotros hemos hecho una selección en que poder hacerlo.

Comenzaremos por la zona de la Ribera y aledaños. Una maravillosa idea es reservar -con amigos, compañeros de trabajo o en familia- en El Patio de María. Un auténtico lujo para el cliente, que desde la puerta de entrada disfruta de una experiencia inmersiva en una auténtica casa antigua, cuyo corazón es un patio cordobés de los de toda la vida: macetas azules con geranios, sillas de enea y un frondoso limonero que preside la casa.

En lo que a la carta se refiere, el comensal se enfrenta a una propuesta que alterna lo mejor de la cocina de producto con una gastronomía local revisada y actualizada. Imprescindible probar alguno de sus ibéricos, las alcachofas con foie, el rabo de toro, el flamenquín de morcilla y manzana caramelizada; y el wok de verduritas, calamar y gambas. ¿De postre? Lo mejor es apostar por el surtido de postres caseros para probar un poco de cada.

No muy lejos de allí está La Taberna del Río. Dispone de salones interiores y una de las mejores terrazas de Córdoba con vistas espectaculares al Guadalquivir.

Al frente de sus fogones están dos primeros espadas de la cocina local: Guzmán Vega y Santi Chamorro. Lo suyo es la fusión arriesgada y siempre acertada, sin olvidarse de sus raíces. Por si esto fuese poco, su jefe de sala, Félix González, es un reputado bartender y hace unos cócteles de 10.

Aunque ofrecen menús cerrados, también se puede pedir a la carta. Algunos de los platos más recomendados son: risotto de rabo de toro con parmesano; takoyaki (bolita japonesa de pulpo), salsa okonomiyaki, mayo japo, katsobushi y cebolleta; ensaladilla rusa con huevos de codorniz fritos y trufa rallada; o el paté de mejillones en escabeche con regañás marinas.

Salón principal de Victoria 57
Salón principal de Victoria 57 / Victoria 57

Acercándonos un poco más al centro encontramos Victoria 57. Un ambiente elegante y una carta selecta, con una bodega más que completa. Su cocina es el mix perfecto entre tradición y modernidad, pero sobre todo manifiestan en cada plato un respecto reverencial al producto y a la temporalidad del producto.

Disponen de varios espacios, un reservado y una amplia y cómoda terraza para gozar del sol de invierno. Incluso tienen a disposición de los clientes más frioleros unas mantitas ideales para entrar en calor sin renunciar a una mesa en el exterior.

Los grandes foodies ponen el foco sobre sus patatas bravas, cualquiera de sus arroces (de secreto ibérico y verduritas; meloso de bogavante y choco; o el de verdura de temporada); lomo de atún rojo a la plancha con cogollo soasado y la joya de la corona: el steak tartar de solomillo con yema de huevo campero.

El Patio de San Rafael de La Casa Manolete Bistró es uno de los más fotografiados de la capital
El Patio de San Rafael de La Casa Manolete Bistró es uno de los más fotografiados de la capital / La Casa de Manolete Bistró

Otro de los grandes templos del sabor cordobés es La Casa de Manolete Bistró, la definición del refinamiento y la elegancia sobre el plato.

La propuesta gastronómica de Juanjo Ruiz está más que a la altura de este palacete del siglo XIX, con un servicio de sala y una bodega para recordar.

Los salones son espectaculares pero realmente mítico es su Patio de San Rafael, donde se tomaron algunas de las fotos más famosas de Manolete y que es un lugar ideal para disfrutar de un cóctel o copa.

En lo que a su carta se refiere, cambia a diario en función de las bondades del mercado. Aún así, es de obligada cata su perfecto de foie al amontillado Gran Barquero; la mazamorra cordobesa con salmón ahumado y piña osmotizada; el chivo de leche a la pastoril con perfume de camomila y kalamata; y su bacalao al pil pil.

Eso sí, los más golosos deben guardar apetito para su versión del Manolete -bautizado como Manoletina- y el Davidoff de cacao y oro.

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