Gastronomía

Seis restaurantes recomendados en el centro de Córdoba para comer de lujo

  • La Taberna de Almodóvar, D'Merkdo Casa Salvador, Pic-Nic, El Bar de Paco Morales, La Sastrería y Gastrobar Baco son opciones muy diferentes donde producto, técnica y un servicio de sala exquisito van de la mano

D'Merkdo Casa Salvador es una magnífica opción tanto para comidas de negocios como en familia

D'Merkdo Casa Salvador es una magnífica opción tanto para comidas de negocios como en familia / Web D'Merkdo Casa Salvador

La zona conocida como 'La City' cordobesa, es decir, la de mayor tránsito comercial y donde se mueven los grandes negocios, aglutina también un abanico variado y bien asentado de restaurantes que nunca decepcionan al comensal.

La Taberna de Almodóvar (Calle Benito Pérez Galdós, 1) es un negocio familiar, que lleva más de 40 años haciendo las delicias de sus clientes. Sin duda, estamos ante el culto viviente a la tradición y a la excelencia. Su cocina se ha convertido en un laboratorio perfecto para estudiar, reproducir y actualizar los platos inexorablemente ligados a la historia de Córdoba. Poseedores de la distinción Bib Gourmand, concedida por la Guía Michelín, la familia Sánchez Pozuelo es aún más famosa por sus croquetas, cuya receta secreta se ha transmitido de generación en generación. También elaboran una de las mazamorras más reputadas de la provincia y juegan con el bacalao en suntuosas elaboraciones. Lo bordan, lo mismo que el guiso de rabo de toro.

Una de las últimas incorporaciones a la zona de El Vial es Gastrobar Baco (Av. Al-Nasir, 1) del chef Jhon McElyea, un paraíso para los fans del atún rojo: ensalada de atún rojo en escabeche, milhoja de ventresca, ceviche, tartar, tataki, burrito y albóndigas. Su bodega es amplia y variada para disfrutar del resto de su carta, una cocina de mercado con toques internacionales. Carnes premium y entrantes que rezuman la herencia vasca del chef completan la propuesta de McElyea, dueño también de Gastrotaberna Macsura. 

Una alternativa bien asentada es La Sastrería (Puerta del Rincón, 17). Delicadeza y alta cocina artesanal al 100% es el marchamo de este coqueto restaurante, que mantiene la cultura gastronómica andaluza como punto de partida. No obstante, los sabores y texturas van mucho más allá de nuestras fronteras en un delicioso y cosmopolita tour. El comensal puede entregarse al quinteto de clásicos de la casa: carrillada estofada y glaseada; cochinillo crujiente; salmón con kimchi; taco de secreto ibérico pibil; bao burguer; y el steak tartar cosido a mano. 

Una apuesta segura es el Bar de Paco Morales (Avda. Ronda de los Tejares, 16 (Pasaje Rumasa). El equipo capitaneado por el chef cordobés más laureado advierte: "Hacemos una cocina fresca, dinámica e informal. Una carta abierta, buen vino, un lugar acogedor, terraza y con nuestro sello". Así poco más hay que añadir para sumergirse en el universo más casual de Morales. Sus incondicionales pierden la cabeza por el bocatín de calamares con mahonesa de limón; la hamburguesa cordobesa; el tartar de vaca vieja con yema de huevo curada, alcaparras y pepinillo encurtido; o por la ensalada de papel de arroz, tomate, aguacate y requesón. El best seller de sus postres es la panna cotta de leche de vaca con miel de caña y cacao.

Junto al Hotel Córdoba Center conquista al foodie más exigente D'Merkdo- Casa Salvador (Av. del Gran Capitán, 46). Ellos mismos se definen como "un restaurante de referencia en la cocina de temporada. Producto fresco, buena materia prima y platos tradicionales". Y no mienten ni un ápice desde los entrantes a los postres. Es muy recomendable probar sus tostas, la mazamorra de avellana cordobesa con ahumados, la ensaladilla de gamba roja y ventresca de atún. Resultan deliciosos sus guisos a fuego lento como el de rabo de toro. Trabajan como pocos la casquería pero el fuerte de la casa son los arroces (negro, marinero, de choco y coliflor; o de presa ibérica, verduras y setas) y fideuás. Los tartares cortados a cuchillo son también para recordar

Otro clásico es Pic-Nic (Avda. Ronda de los Tejares, 16. Pasaje Rumasa). Producto, producto y producto es el mantra de este restaurante referente de las comidas familiares y de negocios en el corazón financiero de la capital. Sus pescados frescos del día son una delicia y garantía de acierto seguro. Tienen fama sus cocotxas de merluza al pil, sus gambas a la plancha, o un impresionante atún rojo en forma de tartar o tataki. La empresaria Marta Canals, al frente del negocio, ha querido mantener la esencia de la cocina de su padre, el desaparecido Antonio Canals. No en vano, en Picnic no faltan las verduras de temporada y los platos de casquería y de caza. 

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