Gastronomía

Los cinco restaurantes por los que merece la pena viajar a Córdoba

Casa Rubio

Casa Rubio / Juan Ayala

Comer mal en Córdoba es difícil, tanto como decantarse tan sólo por unos cuantos de restaurantes como exponentes máximos del buen comer. Sin embargo, la Guía Michelín se ha lanzado y ha seleccionado cinco como los que encarnan de una manera única la esencia de la cocina cordobesa en su mejor temporada, la primavera. 

El coloso gastronómico ha optado por los tres del Grupo Cabezas Carmona. "Taberna el nº10 es uno de ellos, un espacio dedicado a la Denominación de Origen Montilla-Moriles y a los bocados clásicos como el flamenquín de lomo y jamón ibérico, el salmorejo, la mazamorra, el cazón en adobo o las puntas de solomillo y salsa verde". 

Aunque si lo que buscamos, aparte de buena cocina, son unas vistas excepcionales, la Guía nos pone tras la pista: "Otro de los grandes clásicos para disfrutar de la cocina tradicional cordobesa es Casa Pepe de la Judería, un restaurante con el típico patio andaluz y con una azotea perfecta para disfrutar prácticamente todo el año". 

No obstante, aún queda mucho por descubrir en la tercera propuesta del holding gastronómico: "Las Berenjenas con miel, el Rabo de toro, la Presa Ibérica de bellota con pimientos del piquillo confitados y el Bacalao confitado con tomate especiado y judías salteadas son algunas de las especialidades que se pueden probar en Casa Rubio, otro de los grandes templos gastronómicos clásicos del centro de la ciudad". 

Cocina con mucha personalidad

La Guía Michelín cae rendida a los encantos -no podía ser de otra forma- de dos auténticos templos de la creatividad y con un universo propio. El rey de reyes es el buque insignia de Paco Morales, que consiguió las ansiadas tres estrellas Michelin a finales del pasado año: "El templo de la alta cocina en Córdoba es, sin duda alguna, Noor. En este restaurante, cuyo nombre en árabe significa "luz", Paco Morales hace un viaje por la historia, la esencia, la cultura y la gastronomía andalusí desde el Califato de Abderramán III". 

Aunque si hay una propuesta con personalidad arrolladora en el imaginario colectivo gastronómico cordobés es Vértigo, "un restaurante donde los mundos imaginarios se sienten dentro y fuera del plato. El ambiente onírico de este local, creado por el afamado taller de José Miguel Piñero, lleva a los comensales a un viaje por los sueños del cocinero Javier Moreno y a una carta inspirada en recetas de todo el mundo". 

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