El pueblo de Córdoba con un barrio francés, una escalera al cielo y un alumbrado navideño que te robará el corazón

Ángeles, pascueros, luces y maceteros añil sobre paredes encaladas conforman la estampa de la Navidad en Cañete de las Torres. Pintoresco y bellísimo como pocos, este pequeño pueblo de Córdoba enamora a quien lo conoce. No en vano es uno de los cinco Pueblos Mágicos de la provincia.

Entre sus múltiples atractivos destaca el barrio del Huerto del Francés. "Cuenta la leyenda que esta zona recibe el nombre de Huerto del Francés porque fue un galo quien lo puso en pie a través del cultivo de diferentes productos. Décadas después, la zona adquirió cierto carácter urbano con la construcción de pequeñas viviendas muy modestas. La historia del municipio cuenta, además, que esta zona siempre se caracterizó por dar cobijo a familias muy humildes", explican desde su Ayuntamiento.

Pero "el paso de los años fue malogrando el barrio. Sin embargo, fue en año 2015 cuando el Ayuntamiento del municipio decidió cambiar la historia de este barrio, ponerlo en valor y hacerlo resurgir de sus cenizas a través de un proyecto de remodelación que implicó directamente a los vecinos que vivían allí".

¿El resultado? Un bonito lienzo urbano que no fue cosa de un día: "La reparación de todas las paredes hizo que el blanco y el azul se convirtieran en los colores característicos del barrio. Sólo faltaba un detalle: plagarlo de macetas para convertir la zona un patio cordobés de la capital. Pero con una diferencia: la esencia de la comunidad, el compartir entre vecinos, sigue impregnada en la decena de familias que viven en él. Entre ellas no existe limitación de obligaciones para que el barrio luzca como lo hace. La responsabilidad de que esta zona siga creciendo como atractivo turístico es de todos".

La iniciativa comenzó con una renovación tanto de la solería como de las redes de saneamiento de agua, que se encontraban deterioradas por el paso del tiempo. Para mejorar el trasiego de los vecinos se eliminaron los escalones de la calle principal de este barrio, que desemboca en una plaza completamente remodelada y presidida por un pozo de forja elaborado por un cañetero.

En Cañete de las Torres, espérame en el cielo

Si recalamos en Cañete de las Torres, es imprescindible visitar su Castillo, que alberga el Museo Etnográfico. Se trata del monumento más importante de la población y está ubicado en el centro de la misma. Se levanta imponente en la plaza donde también se sitúa el Ayuntamiento".

Pero si Cañete de las Torres resulta un pueblo único en la provincia, no es sólo por su Villa Botánica o el certamen de Cañete en Flor que cada mes de mayo impresiona a residentes o visitantes. Tampoco lo es por sus museos, iglesias o el mismísimo Castillo.

Lo que de verdad dota de singularidad a este encantador municipio del Alto Guadalquivir es un monumento de carácter público situado en el interior del Cementerio Municipal de San Rafael de Cañete de las Torres. El camposanto está situado al norte de la localidad y alberga su particular Escalera hacia el cielo. Tiene un peculiar efecto óptico en los días nublados, ya que da la sensación de unir la tierra con el cielo, una metáfora hecha realidad.

Tal es su belleza y originalidad que el en el año 2019 recibió el premio al Mejor Monumento del Concurso de Cementerios de España, de la revista Adiós Cultural.

El monumento se articula en una estructura metálica de 5,5 metros de longitud, de forma piramidal y con una anchura de 2 metros en su base. Los aficionados al necroturismo o turismo de cementerios, deberán llegar hasta el camposanto municipal para contemplar la Escalera hacia el cielo, que se levanta sobre una placita. Además, el Ayuntamiento también construyó en su día un paso elevado sobre la carretera A-306 para que los vecinos pudieran acceder al cementerio más fácilmente.