Periko Ortega: "La estrella ha llegado cuando tenía que llegar; durante muchos años nos sentimos invisibles, pero es que no estábamos maduros"

El chef de ReComiendo despide 2025 de la mejor manera posible: con una estrella Michelin para su buque insignia. Once años después de su apertura, crítica, público y la mismísima Guía Michelin se han rendido al sabor y al Power de los recuerdos

ReComiendo, del chef Periko Ortega, se trae una nueva estrella Michelin para Córdoba

Periko Ortega
Periko Ortega / Periko Ortega

Periko Ortega y ReComiendo vuelven a Córdoba con una más que merecida nueva estrella Michelin. Once, casi doce, años después de su apertura el restaurante del barrio de El Naranjo cruza oficialmente el umbral del circuito gastronómico más estelar.

Un aplauso cerrado y unánime envolvió a Periko Ortega durante su subida al escenario de Sohrlin Andalucía, el espacio donde se ha celebrado la Gala de la Guía Michelin 2026 en la capital malagueña.

Pregunta.¿Se veías con posibilidades de ganar la estrella?

Respuesta.Pues verás, uno siempre sueña con ella. Claro que sí. Pero soñarla no significa verla cerca.Yo he trabajado estos once años (casi doce) pensando en cocinar mejor, en emocionar más y en cuidar a quien se sienta en nuestra casa. Y a veces, cuando te centras tanto en el día a día, en los problemas reales de un restaurante, en el personal, en los proveedores, en pagar nóminas… se te olvida soñar con grandezas. ¿Posibilidades? Puede ser, pero certezas, ninguna. Lo que sí sabía era que estábamos en el camino correcto: más madurez, más identidad, más verdad. Y sobre todo, un equipo y una familia que me empujan cada día.

P.¿Qué supone este reconocimiento para usted?

R.Para mí es una mezcla brutal de orgullo, alivio y gratitud. Orgullo porque es un premio a once años de darlo absolutamente todo. Alivio porque tantas batallas, sacrificios y noches sin dormir… de repente cobran sentido. Y gratitud porque esto no lo consigue un cocinero, lo consigue un equipo, una familia que te sostiene cuando tú ya no puedes más.

P.¿Y para ReComiendo?

R.Para ReComiendo supone lo que siempre soñé: convertirnos en un destino gastronómico real, que la gente venga a Córdoba sólo para vivir nuestra manera de entender la cocina. Y también supone más responsabilidad: mantener el nivel, seguir creciendo, no perder la esencia de nuestra “alta cocina de recuerdos” y seguir emocionando.

La estrella Michelin es para mí una mezcla brutal de orgullo, alivio y gratitud"

P.¿Cree que ha llegado en el momento justo?

R.Sí. Y te diría más: ha llegado cuando tenía que llegar. Esto es así. Durante muchos años nos hemos sentido invisibles, pero es que no estábamos maduros… y ahora, sí. ReComiendo está en su momento más maduro, más estable, más valiente. Yo, personalmente, también estoy en el mejor momento de mi vida: más centrado, más consciente y rodeado de las personas adecuadas.

P.Siempre habla del Power, pero ¿cuál es el súper poder de Periko Ortega?

R.Carmen (Mesa, su esposa) ha sido clave para que pueda llegar hasta aquí sin perderme. No te imaginas lo que ha luchado por mí y por hacerme mejor. Y mi familia ha aguantado carros y carretas, muchos sacrificios, de verdad… Sin ese equilibrio personal, esta estrella sería imposible.

P.¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza al oír su nombre en el escenario?

R.¡Pufff! El pecho a mil... Pensé en Carmen. Lo primero. Pensé en mis hijos. Pensé en mi madre. Y después pensé en ese Periko que, hace once años, abrió ReComiendo con más ilusión que recursos, con más ganas que certezas, y que nunca dejó de empujar. Y en que ahora por fin llegábamos. Lo siguiente fue mi equipo: los que están hoy y los que han formado parte del camino que tantas y tantas cosas buenas me han dejado… Mi Luis tiene un pétalo entero de esa o más. La estrella la recoge uno, pero la sudan todos.

P.¿A quién dedica este premio?

R.A Carmen. Sin dudarlo. Por aguantarme, por creer en mí incluso cuando yo no podía, por estar en las victorias y en las derrotas, y por ser la parte sensata y fuerte de este proyecto. A Aitor y a Fran, mis hijos, que han vivido mis ausencias, mis horarios y mis locuras profesionales sin soltarme nunca la mano. Y a mi equipo, que es la razón por la que cada servicio funciona. Gente que va cada día a la cocina o a la sala con hambre de hacerlo mejor. Y que aguantan mis TOCs y mi manera de trabajar en la alta exigencia.

P.¿Cómo lo va a celebrar?

R.Como somos nosotros: trabajando, ¡cómo si no! La verdadera celebración será ver ReComiendo lleno, ver a mi equipo orgulloso, ver a los clientes emocionados y seguir creando experiencias que merezcan la pena. Y sí, habrá abrazos, brindis y seguramente alguna lágrima. Pero la celebración real será mantenernos a la altura de lo que esta estrella exige. Pero por supuesto con un buen vino seguro… de mi amigo Antonio (de Bodegas El Monte) y un poco de queso de Juan (de Calaveruela).

Las críticas importan, pero ahora las escucho con más madurez y menos ego"

P.Con una estrella Michelin en la mano, ¿qué le diría al Periko que abrió ReComiendo hace once años?

R.Le diría: "Confía. Te vas a caer cien veces, vas a dudar mil, pero también vas a vivir momentos que te van a cambiar como persona y como cocinero. No estás solo. Cuida a los tuyos, escucha más, sufre menos y sigue cocinando con corazón. Lo que estás construyendo merece la pena. Y sigue tu lema: De lo bueno, lo mejor; de lo mejor, lo superior".

P.Con un Sol Repsol y una estrella Michelin en su haber, ¿cuánto importan las críticas?

R.Importan. Claro que importan, pero ahora las escucho con más madurez y menos ego. Las críticas constructivas te hacen crecer; las destructivas te enseñan a enfocarte en quien sí cree en tu trabajo. Tengo una estrella. Sí. Pero también sigo siendo ese chaval de Jabalquinto que cocina en Córdoba y Granada para emocionar -igual con lo de chaval me he pasado-. Y mientras mantenga esa intención y esa verdad, lo demás suma, pero no define.

P.¿La estrella es un punto de llegada o un punto de partida?

R.Es una llegada, pero sobre todo es una salida. Es la llegada a un nivel al que queríamos llegar. Pero es el punto de partida de una nueva etapa: más consciente, más exigente, más luminosa. Una estrella no es un trofeo: es una responsabilidad. Y yo quiero que sea un motor para seguir creando recuerdos en cada plato que hacemos.

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