El salmorejo no es una crema fría exclusiva de los meses de verano en Córdoba. Si bien es una fórmula deliciosa y placentera para combatir el calor muchas veces extremo del estío, el panorama hostelero cordobés lo tiene disponible en sus cartas todo el año. 

Hay versiones para todos los gustos, que van desde los más creativos, sorprendentes y vanguardistas  a los que siguen la receta ortodoxa sin condiciones. Los amantes del salmorejo tienen bien guardado en su agenda el nombre de La Salmoreteca. Decenas de variaciones se suceden a lo largo del año en el puesto que el chef Juanjo Ruiz tiene en el Mercado Victoria. 

También elabora el salmorejo de remolacha con ventresca de atún y alcaparras en La Casa de Manolete Bistró, un plato sugerente y envolvente que los clientes se resistentes a que sea sustituido en su carta. 

Tampoco desmerece el que el hacen en la Taberna de Almodóvar. Refinado y clásico entre los clásicos con una guarnición de jamón del bueno y huevo duro. El chorreón de AOVE de primer nivel añade un plus. 

En la misma línea está el de Puerta Sevilla. Su magia radica en la excelencia de los ingredientes .  pan de telera, ajo de Montalbán, aceite picual cordobés que tiene fragancia tomatera, y tomates de la huerta de temporada. Por supuesto, acompañado de jamón del Valle de Los Pedroches de pata negra, huevo cocido cortado sobre el plato y un chorreón de aceite picual por encima que le aporte textura

El de Taberna Las Beatillas es perfecto para quienes buscan el sabor del salmorejo de toda la vida, hecho en casa y a prueba de modas. En su guarnición tampoco innovan porque si algo es perfecto ¿para que cambiarlo?

Salmorejo de Taberna El Nº10

Celiacos y no celiacos encuentran una magnífica opción en Sociedad de Plateros María Auxiliadora. Lo único que lleva esta receta magistral es ajo hermoso, pan abogao o harina y pan rayado sin glúten para los intolerantes, aceite  de oliva virgen extra de la D.O. de Priego de Córdoba, una pizca de sal, huevo duro y jamón del Valle de los Pedroches picadito o loncheado. Un plan sin fisuras. 

Su receta propia tiene también Taberna El Nº10. Allí trituran el tomate por un lado, y por otro, el ajo, el pan y la sal. Seguidamente cuelan el tomate sobre el pan para que se mezclen todos lo ingredientes, se vuelven a triturar y son emulsionados con aceite AOVE. 

No obstante, su forma de elaboración no es la única diferencia respecto a otros establecimientos. También innovan en la guarnición, que incluye jamón y melva, una mezcla deliciosamente original y explosiva. 

Aunque si lo que buscamos es comer el salmorejo como en casa (solariega, por supuesto), lo mejor es darse un paseo hasta Bodegas Campos, donde bordan este plato desde hace décadas. Como toppings jamón ibérico y huevo duro muy picadito. Nada de moderneces ni excentricidades. Eso sí, su grandeza radica en la finura de la textura de la crema, un secreto bien guardado y en el dornillo en el que lo sirven que lo mantiene a una temperatura ideal.