Gastronomía

Así se elaboran los deliciosos pestiños de Taberna Chico Medina

  • Crujientes, de bocado, tremendamente adictivos... Descubrimos la receta para emular el postre más famoso del establecimiento 

Javier Medina sirve sus famosos pestiños durante todo el año

Javier Medina sirve sus famosos pestiños durante todo el año / Redes Javier Medina

Con las Navidades a las puertas, nunca está demás tener un postre sencillo, casero, apetecible y que se pueda conservar fácilmente para ofrecer a amigos y familiares cuando vienen de visita. 

Si bien es verdad que los venden en muchos establecimientos, los pestiños artesanales tienen un punto inigualable y más si seguimos la receta de un maestro en la materia, Javier Medina, chef de Taberna Chico Medina. 

El experimentado cocinero elabora miles de ellos durante todo el año y los sirve como postre en su conocido establecimiento. 

Los ingredientes son pocos y sencillos de encontrar. Sin embargo ¡no lo olviden!: el secreto está en la masa. 

Debemos hacernos con dos kilos de harina, medio litro de vino blanco, un litro de aceite de oliva virgen extra suave (las variedades más recomendadas son arbequina y hojiblanca), un puñado de matalauva, cáscara de limón, cuatro huevos, azúcar y canela. 

El primer paso en la elaboración es determinante, pues hemos de freír la matalauva y un trozo de cáscara de limón en el AOVE. Seguidamente, lo colamos y reservamos. 

Ahora es el turno de hacer un volcán con la harina, dejando un hueco en el centro. En él depositaremos el aceite lentamente para que no se salga. 

Igualmente, hay que tener cuidado para incorporar, muy poco a poco, los 500 ml de vino blanco. Mezclamos  bien la mezcla del interior del volcán. 

Poquito a poco dejamos caer el equivalente a 6 cucharadas de harina de los laterales del volcán. 

Posteriormente, incorporamos los huevos al hueco central para que den homogeneidad a la mezcla. Batimos. 

Con las manos bien limpias y un poco de mañana, añadimos la harina restante al interior con una, mientas que con la otra mantenemos la estructura harinera restante. 

El truco está en lograr incorporarla toda al mix de ingredientes evitando que la parte más líquida se salga. 

La hora de la verdad

¿El objetivo principal? Conseguir una masa homogénea con todos los ingredientes perfectamente integrados.  

Ahora llega el momento más divertido, el de bolear la masa. La estiramos y replegamos sobre sí misma todas las veces que haga falta para conseguir una gran bola.

Si tenemos alguien que nos ayude en la cocina, lo ideal es que mientras vaya preparando en un bol o bandeja una mezcla a base de azúcar y canela. 

Y una vez que hemos llegado hasta aquí, la creación de cada una de las unidades de pestiño pondrá a prueba nuestra paciencia y habilidad. 

Cortamos bolitas del tamaño de una nuez, la estiramos sobre una superficie limpia y lisa y hacemos a mano la forma de lazada típica del pestiño. 

¡Ya queda poco! Tomamos el AOVE perfumado que habíamos reservado y lo ponemos a calentar a temperatura media (180º) y vamos echando los pestiños. Cuando estén doraditos los sacamos y ponemos en un colador para eliminar el aceite sobrante o en su defecto los servimos sobre un plato o bandeja donde previamente habremos puesto un papel absorbente. ¡Ojo! Hay que cambiar el papel con cada una de las tandas de fritura de pestiños. 

Y...¡El toque final! emborrizamos cada pieza por la bandeja de canela molida y azúcar que habíamos preparado previamente.

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