Cinco hoteles 'pet friendly' en el corazón de Córdoba
Confortables, con encanto y bien ubicados para que tu mascota te acompañe a tu próxima visita a la ciudad
Las Casas de la Judería, el hotel boutique donde nació Góngora

Son muchas las personas que se niegan a viajar sin sus mascotas y buscan alojamientos confortables, céntricos y donde sus perros sean bienvenidos. Pues el corazón de Córdoba alberga tres hoteles de la cadena Sojo que son pet friendly. El más nuevo es el Hotel Soho Boutique Córdoba, (Avenida de América, 19) ubicado en una de las principales arterias financieras de la ciudad y que dista apenas unos minutos caminando de la estación de trenes y de la de autobuses. Igualmente, está rodeado de opciones para disfrutar de la oferta gastronómica de la ciudad, bailar o tomar una copa en los numerosos establecimientos que lo rodean.
No obstante, el propio hotel cuenta con restaurante, piscina, terraza, Early Check-in y Late Check-out, gimnasio, parking propio, servicio de recepción 24 horas, wifi de alta velocidad, servicio de contratación de actividades y asistencia médica. Aunque, sin duda, lo mejor de todo es su piscina, ubicada en el rooftop y desde donde se puede contemplar una bonita panorámica de la ciudad con la sierra al fondo.
No muy lejos de allí y perteneciente a la misma cadena, los propietarios de canes pueden optar por alojarse en Ítaca Colón by Soho Boutique. Es algo más modesto que el anterior (pertenece a la categoría de 2 Estrellas) pero no por eso menos confortable. El hotel Itaca Colón By Soho Boutique se encuentra situado en la calle Alhakén II, (a la altura del número 4) a 500 metros de la plaza de Colón. Además, pone al alcance de sus huéspedes la posibilidad de alquilar coches y bicicletas, dispone de servicio de desayuno, prensa, lavandería y planchado, al margen de wifi gratuito y recepción 24 horas.
Por su parte, el Hotel Soho Boutique Capuchinos & Spa, (Conde de Torres Cabrera, 32), de cuatro estrellas, es un auténtico oasis de paz y tranquilidad, que se caracteriza por una exquisita decoración y todo el mimo que un hotel Spa puede ofrecer: jacuzzi, baño turco, sauna, masajes... a un paso de la popular Plaza de Capuchinos, presidida por el Cristo de Los Faroles, y apenas a unos metros de la hermosa Cuesta del Bailío. Picar algo o tomarse un combinado en su terraza bar con vistas al Parque de Colón es una magnífica idea, al igual que dejarse mimar y escoger entre su generosa carta de almohadas.
La historia de Córdoba hecha lujo
Ciertamente resulta una experiencia única alojarse en Las Casas de la Judería (Tomás Conde, 10), un mini complejo hotelero, integrado por cinco casas diferentes y que no tiene ninguna habitación igual a otra.
La casa principal del conjunto actual es conocida por los cordobeses como la Casa-Palacio de las Pavas. La razón está en el escudo heráldico de los Sigler de Espinosa que preside su fachada. Este par de aves aguantan con sus patas el escudo familiar. La simbología de los mismos alude al triunfo y a la inmortalidad.
El hotel goza de una ubicación privilegiada frente al Alcázar de los Reyes Cristianos, las Caballerizas Reales, los Baños Califales del Campo Santo de los Mártires y la Sinagoga. Además dista tan sólo unos metros de la Mezquita-Catedral y del Palacio de Congresos.
Con piscina abierta todo el año y unas vistas espectaculares del Casco Histórico de Córdoba, fue testigo del nacimiento de Luis de Góngora y Argote. Su tío, Francisco de Argote, racionero de la Catedral de Córdoba, vivió aquí con su hermana, que el 11 de Julio de 1561, dio a luz al insigne escritor del Siglo de Oro español.
El Hotel Hospes Palacio del Bailío ya no es sólo uno de los hoteles más lujosos y bonitos del panorama local, sino que ahora también está entre los mejores del país. La Guía Michelin le acaba de otorgar una llave Michelin, reconocimiento concedido a los alojamientos nacionales más extraordinarios.
Al lujo propio de un hotel cinco estrellas Hospes Palacio del Bailío (Ramírez de las Casas Deza 10-12) suma unos vestigios únicos en la ciudad de Córdoba. Bajo el patio de sus restaurante, Arbequina, se vislumbra una domus romana del siglo I en bastante buen estado de conservación, que permite al visitante hacerse una idea bastante aproximada de cómo era la vida de una familia pudiente de la época.
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