Un entorno natural único como es el de la sierra cordobesa y salones en torno a una reconfortante chimenea bien valen una visita a Restaurante Nískalo. Ubicado en las inmediaciones de la conocida Piscina de las Dos Columnas, se erige como digno representante de la alta cocina viajera en las faldas de Sierra Morena.

Su chef, José María Del Pino, acaba de estrenar carta invernal y una vez más ha logrado superar las expectativas propias y las de sus comensales.

Sobre la mesa, una carta compleja en lo que a elaboraciones se refiere, pero sencilla de disfrutar. Sin duda, una auténtica declaración de intenciones por parte de Del Pino, que eleva a la enésima potencia los sabores de la tierra pero desde una perspectiva sofisticada y sorprendente. 

Carrillada al curry rojo, cebolla morada y pepinillos, envuelto en croissant

En su 'pikoteo' destaca el ibérico de pluma curada en casa, tomate seco y espuma de AOVE o las croquetas de txistorra y mayonesa de yema curada en Alhambra Reserva 1925 y ponzu.

La parte que mejor refleja su personalidad es el Territorio Kanalla, donde no faltan las sempiternas bravas muy traviesas. Para entrar en calor siempre es buena idea el teriyaki de fideos asiáticos y verduras; o si aspiramos a algo más contundente, la carrillada al curry rojo, cebolla morada y pepinillos, envuelto en croissant. ¡Capricho de dioses!

Berenjenas al carbón, miso y miel, queso feta, daditos de pan y ali-oli de manzana

Quienes sientan debilidad por unas buenas hortalizas, pueden disfrutar de sus berenjenas al carbón, miso y miel, queso feta, daditos de pan y ali-oli de manzana. O bien por las setas con yema de huevo y trufa sobre parmentier de patata; o las alcachofas confitadas en A.O.V.E. y polvo de jamón.

Los platos principales son verdaderamente soberbios. Mil y una técnicas en cocina para un bocado final sencillamente perfecto, que inunda el paladar pero que comunica la sensación de placer al resto de los sentidos: arroz meloso de pato, setas y foie; guiso del día; pluma Ibérica, praliné de jamón y patatas onduladas; o la gran apuesta de la temporada: entrecot de ternera, mantequilla café de Paris y patatas Puente Nuevo. 

Naranja en texturas es el postre perfecto para quienes buscan una combinación de dulzor y frescura propia de los cítricos

Más sobrio se muestra Del Pino con sus dulces travesuras. El público alucina -literalmente- con su naranja en texturas. Aunque pocos se resistirían a su bizcocho de zanahoria, crema de naranja y crujiente de chocolate. No obstante, la sensación del invierno entre los más golosos es....¡Y de postre manzanita! Hasta aquí podemos leer sobre este trampantojo digno de príncipes y princesas que buscan un final feliz para su cuento.