El mapa de los bares de Córdoba donde tomar un buen chocolate calentito

Frío, viento y lluvia arrecian durante los últimos días en Córdoba capital.

El tiempo no incita mucho a salir de casa, pero si no hay más remedio tomarse un buen chocolate a la taza siempre es un buen plan, tanto para entrar en calor como para reponer energías.

En la calle Cruz Conde, 32 levanta cada día la persiana Churros Bar Marta, uno de los decanos en servir esta delicia a la velocidad de la luz. De su cocina salen aún humeantes sus raciones y medias raciones. Una buena taza de chocolate con el punto justo de espesor o un café -ya sea solo o con leche- conforma la combinación ganadora. Los suyos son churros clásicos, largos y cortados a mano. Y se caracterizan por su exterior crujiente y su interior ligero.

También en el centro tiene una amplia y fiel clientela Martas´s Coffe & Stay, ubicado en pleno Bulevar del Gran Capitán. Su terraza está siempre hasta la bandera y sirve churros tanto de lazo como de factura clásica. Al margen del chocolate a la taza, sus batidos y zumos ganan adeptos poco a poco para acompañarlos. Y por su localización junto a las atracciones navideñas infantiles, no es tarea fácil hacerse con una mesa en su terraza para merendar.

Cafetería Don Pepe lleva haciendo las delicias de cordobeses y visitantes desde hace más de 40 años. En la calle Diego de León, 6, abren de lunes a domingo apenas ha salido el sol. Y, para los intolerantes a la lactosa, en esta cafetería tienen tanto chocolate normal como leche sin lactosa. No obstante, si alguien quiere variar algún día sus bocadillos y sandwiches también son legendarios si nos apetece un tentempié salado.

Alianzas de sabor

Sin salir del centro recalamos en Panea, la cafetería de Mercado Victoria (Paseo de la Victoria s/n). Sirven tres tipos de chocolate a la taza: negro, blanco y con leche. Su textura es densa y envolvente, aunque perfecta para acompañar algunos de los dulces y bollos que llenan sus vitrinas. Combinarlo con una tostada crujiente tampoco es mala opción.

Los más puristas tienen una cita en el Café Viena (calle Ángel de Saavedra, 8), cuya decoración y ambiente recrea el de los cafés centro europeos. Su chocolate es menos denso que el de otros establecimientos pero resulta suave, envolvente, equilibrado y la bebida ideal para tomar con algunas de sus tartas artesanas, que son una delicia.

Muy diferente es el que sirven en Macapé (calle Comandante Velázquez, 3). Igualmente bueno pero con más cuerpo e intensidad. La fórmula ideal para mojar sus churros recién hechos y que provocan más de una cola en este local del barrio de Santa Rosa, hasta donde se acercan personas provenientes de todos los puntos de la ciudad.,