Cuando faltan menos de dos meses para que comiencen las fechas más mágicas del año, la edición digital de la revista Traveller propone un total de 14 destinos españoles para dejarse llevar por el espíritu de la Navidad. 

Bagergue (Lérida); Gran Canarias (Islas Canarias); Villanueva de los Infantes (Ciudad Real); Guadalupe (Cáceres); Allariz (Orense); Vigo (Pontevedra); Málaga; Barcelona; Estepa (Sevilla); Madrid; Arcos de la Frontera (Cádiz); Jijona (Alicante) componen la lista de localidades que destacan por su decoración, iluminación, tradiciones... Por ser, en suma, auténticos paraísos donde dejar volar la imaginación y disfrutar de los días más entrañables. 

En este ranking Córdoba destaca por partida doble: la capital y Rute ocupan lugares de honor. La ciudad lo hace por sus Patios en Navidad. Cada año casi 40 patios abren sus puertas fuera del mes grande.  "Lo interesante es que a la vegetación típica de estas auténticas esculturas vegetales, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se le suman ejemplares propios de la época, como los omnipresentes pascueros", resalta el portal. 

Igualmente, subraya que "en los patios habrá actuaciones artísticas que diferentes formaciones flamencas, clásicas, coros, campanilleros y zambombás, así como en las calles de las rutas y las adyacentes, otorgando un atractivo añadido a una ciudad de por sí magnética". 

Por su parte, es imposible acercarse a Rute sin sucumbir a su gastronomía navideña más dulce. De hecho, durante los meses previos a la Navidad se trabaja con ahínco en las diferentes fábricas para que todas las especialidades estén listas para la fecha y con un altísimo nivel de calidad gracias a materias primas excepcionales. No obstante, hay una creación que destaca por derecho propio, "el Belén de chocolate (el más grande del mundo) elaborado por Galleros Artesanos, que lleva más de 20 años repitiendo su particular tradición". 

En las labores de realización han participado esta año seis personas y han sido necesarios 1600 kilos de chocolate -la mayoría blanco por su mayor versatilidad a la hora de añadir color- y unos 50 kilos de mazapán para crear personajes y detalles.

Es parada obligatoria junto con el Museo del Anís, donde el visitante puede contemplar la historia y la elaboración del tradicional licor. La combinación de chocolate, anís y "el olor a mantecado que desprende el pueblo en estas fechas, convocan a más de 100.000 turistas cada año".