Más de medio siglo ha transcurrido desde que Paco Márquez «El Tala» y María Rodríguez pusieran en pie Casa Tala en Espiel (calle Estrella, 5). Hoy es su hijo José Luis quien al calor de las recetas familiares pero con un gran interés por una reinvención constante ha llevado su casa de comidas al selecto grupo de la alta gastronomía cordobesa.

Tanto es así que puede presumir de haber sido distinguido con la categoría de Solete por la Guía Repsol, la  destinada a "chiringuitos y terrazas; cafeterías, heladerías y pastelerías; bares, tascas y barras; vinotecas, bodegas y sidrerías; hamburgueserías, bocaterías o pizzerías 'good'; restaurantes de carta informal y menú del día en que se come de vicio. Para que nunca te falte un lugar al que ir a pasar un buen rato y disfrutar con la cocina, en Guía Repsol hemos creado una nueva categoría muy dinámica, el Solete". 

El steak tartar es uno de los platos más celebrados entre sus clientes

La propia Guía adelanta a sus usuarios lo que se van a encontrar en este suculento enclave del Valle del Guadiato: "Comida tradicional pero muy bien presentada, muy cuidada la vajilla y el lugar. Platos muy atractivos y abundantes. Hay que probar su steak-tartar".

Magret de pato con escabeche de zanahoria y manzana ácida, remolacha salteada y frutos rojos

Y es que su chef apuesta por adaptarse a las tendencias culinarias del momento pero sin perder la esencia de los guisos de su madre. Un equilibrio perfecto entre técnicas de vanguardia, reinterpretación de conceptos y protagonismo de la mejor materia prima que da la tierra. Gastronomía serrana al más alto nivel, en que -como no podía se de otra forma- se rinde un respeto reverencial al cerdo, la ternera, así como a la carne de caza. ¡Sin olvidarse nunca del jamón y embutidos ibéricos! 

No hay más que probar su lomo de gamo, el crujiente de cochinillo o un soberbio lechazo. Su sección del Mar es breve pero acertada: pulpo asado, rodaballo con crema de pimientos escalibados o lomo de bacalao gratinado convencen al comensal. 

No obstante, su amplia carta incluye también bocados más informales como sandwiches, hamburguesas, montaditos o pizzas, entre las que destaca la Súper Tala, con huevos rotos, setas, lomo y pimiento. 

Merengue seco, helado de naranja y almedras

En Casa Tala sus bocadillos no son cuestión baladí, pues sirven desde los más sencillos a otros como los dos del chef en pan de cristal: muslo de pollo con queso fundido y pimiento; y el de presa ibérica con cebolla confitada, alioli de ajo negro y pepinillos. 

Igualmente, es recomendable quedarse con apetito para la hora del postre y probar algunas de sus elaboraciones dulces. Especialmente original es el merengue seco, helado de naranjas y almendras; o su torrija de pan brioche, con yema tostada, gelatina de miel y cremoso de chocolate blanco.