La Casa de Manolete Bistró y Alegoría Decoración, dos baluartes de la sofisticación, el buen gusto y la excelencia cordobesa se han unido para servir las bodas más exclusivas de la ciudad.
Ahora es posible llevarse la esencia de un restaurante tan emblemático como el del chef Juanjo Ruiz a un evento, sea nupcial o de otro tipo. La magia de un palacete decimonónico y las exquisiteces que salen de sus fogones traspasan Cervantes, 10.
Aunque ya se han servido bodas anteriormente en la que fuera morada del diestro cordobés más famoso de todo los tiempos, ahora el reto era trasladar ese modelo de restauración y decoración al otro lado de sus verjas.
Su chef, Juanjo Ruiz, y su equipo, se ocupan con su buen hacer culinario del menú pertinente, servido en elegantes mesas, donde impera una refinada decoración en tonos dorados, blancos y nude.
Pero la esencia de la experiencia que supone comer en Manolete necesitaba de algo más.
Dicho y hecho. La firma cordobesa Alegoría Decoración, muchas de cuyas piezas ennoblecen el céntrico restaurante ha ido un paso más allá llevando al lugar de celebración esculturas clásicas, copas coloniales,... Todo ello combinado con flores frescas y frutas, que se convierten en auténticos bodegones dinámicos y que reproducen el ambiente que impera en el patio de La Casa de Manolete Bistró.
Tanto es así que los suntuosos parasoles de estilo colonial, que habitualmente protegen del sol a los clientes que comen en el patio del palacete, se ubican en las zonas exteriores del lugar de la celebración para conseguir así una experiencia absolutamente inmersiva.
Tampoco faltan los cuadros de Manolete y de Ortega y Gasset -firmados por el pintor Fernando García Herrera- y que son reproducciones exactas, a pequeña escala, de los que cuelgan en los salones principales del famoso restaurante cordobés.
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