Nadie puede decir que conozco de verdad Córdoba sin haber comido un bocadillo en el mítico Bocadi (Conde de Cárdenas, 7). Más de 70 elaboraciones diferentes a precio populares lo han convertido en un símbolo gastronómico, turístico y cultural de la ciudad. 

A medio camino entre la Plaza de las Tendillas y el Templo Romano de Córdoba, este establecimiento busca su origen más remoto en el año 1947 cuando Rafael Sánchez de la Haba desde la taberna San Zoilo empezó a vender los llamados caballitos de mar.

Sería su amigo el decorador Rafael Pineda quien lo animara a abrir un negocio bautizado como Bocadi. Pero no sería hasta 1959 cuando se inaugurase de manera oficial. Según cuenta la leyenda popular Bocadi ocupaba un espacio de reducidas dimensiones en la calle Conde de Cárdenas cuyo alquiler ascendía a 3.500 pesetas al mes. Lindaba con el extinto Bar Munda, cuyo local posteriormente lo ocuparía una librería política.

La Madre Concepción Aroca Luque se ocupaba de la preparación de los bocadillos y poco a poco Bocadi fue ganando en popularidad. Gran aficionado a los toros, Rafael Sánchez Aroca decoró el local con temática eminentemente cordobesa y taurina.

El negocio creció tanto que en 1991 se trasladaron a un local algo más arriba  pero en la misma calle, que posteriormente se anexionó a un negocio de bocadillos de la zona que lindaba con el nuevo local.

Así mismo, el establecimiento que ha perdurado hasta la actualidad, fue reformado en el año 2000.

Más de 60 años, pues, haciendo las delicias de sus clientes a base de bocadillos, raciones, tortillas, revueltos, ensaladas y platos combinados. Una variedad casi infinita pero que tiene sus best seller sin duda. En el apartado de bocadillos los más populares son cualquiera de los que tienen la tortilla como base, el de panceta con pimientos, el serranito, el de caballa con tomate y el de flamenquín. 

No obstante, la comanda se puede completar con algún plato de salmorejo, pescaíto frito, embutidos o queso. O bien con su famoso revuelto de bacalao o tortilla de espárragos y jamón. Resultan igualmente deliciosos su cogollitos al ajillo o cualquiera de sus más de 20 platos combinados diferentes.