Una suculenta cena en Bodegas Campos fue puso el broche de oro a la estancia de Ana Belén en Córdoba. La artista llegó al famoso restaurante procedente de el Gran Teatro, donde acababa de representar la obra Romeo y Julieta despiertan... Y lo hizo junto al resto del elenco, formado por Jesús Noguero, Irene Rouco, José Luis Torrijo, David San José / Pablo Amorós. 

Shakespeare decía que la muerte es el fin de todo y que Romeo y Julieta murieron abrazados en el mausoleo de Verona. Ahora 400 años después, asistimos al encuentro de los dos amantes después de un largo sueño que dura cincuenta años. 

La actriz con Rafael Cuevas, de Bodegas Campos

Según ha podido saber El Día de Córdoba, el grupo cenó en el salón El Despacho, el más emblemático de la casa. Ana Belén se dejó llevar por las sugerencias del chef y probó algunos de los platos más emblemáticos de Bodegas Campos. Tampoco se resistió al postre navideño de este año: peritas al vino fino Gran Barquero con crujiente de canela. Y como manda la tradición rubricó una de las botas de vino del conocido establecimiento, donde dejó el siguiente mensaje: "En la casa de los Campos nos quedaremos todos para siempre. Un beso".

"Anoche después de una función gloriosa en Córdoba, más hermosa y misteriosa que nunca. Celebrando con una delicia de cena en Bodegas Campos. Gracias a todos", escribía la intérprete en sus redes sociales. 

Ana Belen firmando en una de las botas de vino

El Paseo de la Fama

Desde que Bodegas Campos abriera sus puertas hace ya más de un siglo han comido en sus salones reyes, reinas, nobles, actores nacionales e internacionales, cantantes, intelectuales, deportistas olímpicos y presidentes de gobierno, entre otros. De sus paredes cuelgan instantáneas que impresionan a sus comensales porque tan ilustres visitas, al margen de su decanato por derecho propio en la hostelería local, han hecho de Bodegas Campos historia viva y crónica animada de Córdoba.

Estamos, pues, ante un establecimiento que ha sobrevivido a todos tipos de avatares políticos y sociales, y que ha sido y sigue siendo punto de encuentro de locales y visitantes. Y es que, definitivamente, la experiencia de comer en esta casa solariega de la calle Lucano, supera, y con creces, la mera liturgia gastronómica.