Luis Zahera, hay que ser de 'Animal'
Netflix estrena esta comedia española sobre la reinvención de un veterinario. De trabajar entre granjas a ser el prescriptor de las mascotas de los ricos
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Todas las criaturas grandes y pequeñas, como la recuperada ficción británica, se unen entre peludos desastres y ladridos disléxicos en Animal. Es la versión española al veterinario y sus cuitas como serie que estrena hoy Netflix. Un veterinario que tras su zona de confort entre animales de granja ahora ha de plantearse un cambio en su vida atendiendo a mascotas de ricos.
Rodeado de cobayas inquietas y canes con neurosis urbanas, el actor gallego abandona su corona de secundario, de tipo malvado o malencarado, para encarnar a un veterinario rural que, azotado por la crisis ganadera, recalcula su vida en una tienda de mascotas con un público selecto.
Producida por Alea Media (Vivir sin permiso o Entrevías, series de Mediaset que ha coprotagonizado Zahera), esta comedia de ocho episodios de media hora promete vida cotidiana y espejos deformados. Una serie dirigida por Víctor García León (Más pena que gloria) y Alberto de Toro (Malnazidos). ç
Antón, el gruñón protagonista interpretado por Zahera, es un sanitario rural harto de cobrar en especie, como huevos y leche, en contraprestación por sus servicios en las granjas en crisis. El destino le juega una pasada genial cuando su sobrina, encarnada por Lucía Caraballo, lo arrastra a su boutique de mascotas de alta gama: un desfile de clientes excéntricos con roedores en crisis de identidad, suricatas al borde del colapso nervioso y perros que parecen haber leído manuales de autoayuda.
Animal es una sátira a la brecha entre la vidarústica y los dramas urbanos del primer mundo. El áspero veterinario, lidia con dueños que lo vuelven loco con unos pacientes de los que tiene que adivinar sus auténticos problemas.
“Quería variar el menú, aunque el verdadero drama para un actor no es el encasillamiento, sino quedarte sin rodaje”, reconoce con sorna Zahera. “El karma actoral me da alas para saltar de los malos a los redimidos. Todos los héroes sueñan con ser villanos, y los tipos como yo, con ponernos el sombrero de los buenos”, relata.
Su personaje, un cascarrabias con corazón de oro, refleja esa reinvención forzada que resuena en tiempos de crisis, convirtiendo la serie en relato hilarante de la España del campo reinventándose.
El rodaje ha sido un zoológico en sí mismo, con Zahera compartiendo elenco con Carmen Ruiz, Antonio Durán, Nuno Gallego, Sergio Abeilés, además de Dario Lourerio y un ejército de “coprotagonistas” con cola y plumas.
"Nos inundaron de bichos variopintos: hurones juguetones, avecillas piando sin parar... Un festival de pelos y picos”, relata Caraballo, quien bromea sobre el desafío lingüístico: “Tratar de clavar el acento gallego frente al rey del ‘erre’ ceceante como Zahera fue mi Olimpiada personal”. El actor sufrió un ‘ataque sorpresa’ de Daisy, la cobaya preñada que en la serie consuela a su alter ego. “Me clavó los dientes", ríe Zahera, admitiendo que esos mordiscos le recordaron su lado más salvaje.Y es que ‘Animal’ no solo entretiene; desentierra las raíces del intérprete.
El protagonista de Animal evoca con ternura su infancia en La Peruca, una aldea gallega donde sus padres tenían una finca. "Ordeñaba vacas al amanecer, cebaba cerdos con sobras y presencié el ciclo completo de las gallinas, desde el cacareo hasta el adiós final”.
Caraballo, por su lado, se autoproclama “mamá gatuna empedernida”, luciendo con orgullo el tatuaje felino en su antebrazo como emblema de su devoción. Esta serie, que fusiona nostalgia rural con comedia urbana, llega en el momento perfecto para Zahera: un soplo de aire fresco que le permite lucir su faceta “animalera”.
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