Francisco Andrés Gallardo

David Broncano no tiene por qué dar disculpas a Melody. Ni a nadie

David Broncano: "Melody, no nos vamos a disculpar contigo"
David Broncano: "Melody, no nos vamos a disculpar contigo"

A Melody (sí, ahí seguimos) no le hizo gracia que en La Revuelta bromearan sobre su mal puesto antes de que protestaran de su plantón y cuestionaran su ausencia. Ella dijo que se marchaba tras el desastre de Basilea a su casa, a ver a su hijo que ya si eso valoraba otro día de por qué había quedado antepenúltima en Eurovisión. La de Dos Hermanas, un tanto harta de preparar una actuación estelar en la que le hubiera gustado que sus opiniones prevalecieran, iba a saco contra los responsables de RTVE en la rueda de prensa y de paso esperaba una disculpas del programa de La 1. En La 1 no la tratan bien, la verdad. A ver qué puede suceder el año próximo con el que gane en Benidorm y vaya a Eurovisión. O cuidan de verdad a ese representante (que debiera surgir de una selección acertada) o a ver quién tiene ganas de meterse en ese infierno. Un infierno que no vale ni los 150.000 euros de premio.

Si David Broncano manejara la buena comedia habría encajado con mejor talante que le acusaran de no respetar la salud mental, que es lo que en el fondo le ha enfadado de las palabras de Melody.

Como en la actual RTVE se premia a los pontífices y la polarización (creen que así fabrican audiencia e influencia), el de La Revuelta no va a dar sus disculpas. Dando ejemplo a los jóvenes que, por lo visto, embelesa. Él es el maestro de las berreas, el que hace historia de la televisión en cada frase, en cada gag, según la veneración que despierta en el Grupo Prisa.

David Broncano: "Melody, no nos vamos a disculpar contigo"
David Broncano: "Melody, no nos vamos a disculpar en ningún momento"

Si fuera un coloso de la pantalla y del humor, Broncano hubiera quedado de puta madre reconociendo que, tal vez, no se interpretaron bien las palabras de aquel lunes. Que pasamos página y nos seguimos riendo sanamente de la vida. Melody puede tener derecho a sentirse mal y, que a fin de cuentas, todo esto son cosas importantes con poca importancia. Hay cosas de las que uno se puede disculpar sin empañar su imagen.

Al revés, se demuestra humildad, empatía, generosidad. Pero no es lo que uno, en el fondo, espera de un profesional como Broncano, a las órdenes de crear mal rollo en las redes, que para eso le han contratado en RTVE. Es fácil y recurrente: ¿se imagina que estarían diciendo todos los defensores de La Revuelta, en perfiles de redes y en esos medios afines, si Pablo Motos dice que no se disculpa con una mujer, por lo que sea, aunque él tuviera la razón?

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