20 aniversario
  • En dos décadas de vida, 'el Día' ha afrontado los profundos cambios en la profesión, manteniendo el firme compromiso con sus lectores

20 años de El Día de Córdoba: una constante evolución con el mismo objetivo

La edición digital y la clásica de papel, los dos formatos de 'el Día' que coexisten. La edición digital y la clásica de papel, los dos formatos de 'el Día' que coexisten.

La edición digital y la clásica de papel, los dos formatos de 'el Día' que coexisten. / Juan Ayala

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

En la medianoche del 18 de noviembre del año 2000 algo se estaba cociendo en el número 23 de la avenida Gran Capitán. Con los nervios a flor de piel, un puñado de periodistas, fotógrafos y diseñadores gráficos daban las últimas pinceladas a la primera edición de el Día. Horas más tarde, en aquel 19 de noviembre, los kioscos daban la bienvenida a un medio que comunicación que llegaba para aportar otra voz a la ciudad y su provincia. Una visión distinta que venía a sumar pluralidad al día a día de los cordobeses. La firme apuesta de expansión por Andalucía del Grupo Joly desembarcaba en Córdoba en los albores del nuevo milenio, en una época en la que, por cercana que parezca, los diarios de papel seguían siendo el guardián de las esencias de una profesión, el periodismo, que desde entonces ha experimentado una constante evolución.

Pese a que aquella era una redacción cargada de juventud y entusiasmo por afrontar los avatares de la profesión, nadie podía imaginar en aquel momento que 20 años después de aquel arranque el Día trascendería del papel, que cada 24 horas renovaba la actualidad de la ciudad y la provincia, para convertirse en un ente en constante actualización. Y mucho menos imaginable era por aquella época que toda la actualidad de Córdoba y sus municipios, de Andalucía, España y el mundo entero, pudiera consultarse al instante desde un dispositivo móvil de 14x6 centímetros que todos acabaríamos llevando en el bolsillo del pantalón. Aquel año 2000 suponía la entrada en un nuevo milenio, un tiempo para la esperanza y la ilusión, para renovar objetivos y mirar con optimismo al futuro.

Escribió Gardel, en uno de sus tangos más célebres, que 20 años no es nada. Sin embargo, en el caso de los medios de comunicación en general, y en el Día en particular, esas dos décadas han dado para mucho. El desarrollo progresivo de las nuevas tecnologías han ido moldeando el trabajo en las redacciones, en un proceso que tomó una velocidad de vértigo con la generalización de internet como un bien de consumo masivo por parte de los ciudadanos.

En esa transformación del mundo hacia lo digital, los periodistas hemos tenido que aprender sobre la marcha a realizar nuestro trabajo añadiendo la premura como un factor más en nuestro día a día. El mundo va tan deprisa que lo que hoy abre portadas mañana puede amanecer obsoleto. Es una realidad impepinable, por más que dentro de la profesión a menudo se siga considerando el negro sobre blanco del papel un producto necesario e insustituible por la fría pantalla de un dispositivo electrónico.

En plena era de las 'fake news', el periodismo local cobra un papel más importante que nunca

Las redes sociales han terminado de componer el complejo mundo mediático en el que vivimos, permitiendo la interacción directa entre los medios de comunicación y sus lectores, que ahora reciben al minuto lo que pasa a su alrededor y que pueden aportar su visión y trasladar sus inquietudes, asumiendo un papel activo más allá de la recepción del mensaje.

Pero esos avances tecnológicos también han generado, curiosamente, la época de mayor ruido mediático y una cada vez más preocupante distorsión del mensaje. Por eso, en plena era de las fake news, el periodismo local cobra una especial relevancia y un papel más importante del que nunca haya tenido. En un mundo con pocas certezas, nada acerca más la realidad a los ciudadanos que la información veraz de lo que pasa a su alrededor, de los problemas que realmente le atañen en el día a día y de la transformación de su pueblo, su ciudad, su barrio.

Y en esa tarea, 20 años después de su nacimiento, sigue inmerso este diario .En todo este tiempo, muchos son los profesionales que han volcado su trabajo en estas páginas, cada uno con su estilo y su forma de ver la vida y la profesión. Pero como proyecto colectivo, el Día siempre ha velado por ofrecer una visión de Córdoba cercana, honesta, responsable y veraz. Con errores y con aciertos, afrontando cambios estructurales y hasta una mudanza (desde la antigua sede en Gran Capitán a nuestra actual ubicación en Cruz Conde), haciendo frente a la transformación tecnológica, y ya plenamente instalado en el mundo digital, este diario guarda como oro en paño ese compromiso que adquirió hace ahora dos décadas.

Desde la vertiginosa inmediatez de la versión web o desde el reposo ceremonial que sigue ofreciendo el periódico de papel, el objetivo de estar cerca de los lectores y aportar una visión propia de todo lo que nos rodea sigue inalterable. 20 años después, la ilusión por seguir contando Córdoba a los cordobeses persiste. Y eso es gracias a ustedes, que siempre han estado ahí.

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