Un radiante sol de regalo

Alas 09:30 hace frío en el atrio de San Lorenzo. Un aire desagradable impide adivinar si las nubes que en ese momento cubren el cielo de Córdoba permitirán que la Semana Santa se estrene en condiciones. Cinco adolescentes hacen guardia tras la valla a la espera de que la cruz de guía de la Borriquita haga su aparición. Aún falta una hora, pero la ilusión del Domingo de Ramos, la chaqueta, la corbata y el estreno van más rápido que el tiempo. Poco a poco, el zaguán de la parroquia se va llenando de gente. Hay ganas de procesión y eso se ve en los rostros de los orgullosos padres que acompañan a los hebreos camino de la iglesia. Los hay de todas las edades, desde bebés de pocos meses que van en brazos a niños que rozan la decena y están a punto de convertirse en nazarenos.

En la calle se mezclan devotos, familiares, amigos de los músicos y turistas curiosos mirando al cielo con cara de duda. ¿Lloverá? Es la pregunta de esta Semana Santa. A las 10:30 en punto, mientras repican las campanas de las iglesias del entorno, dos nazarenos aparecen en el atrio del templo. Se hace el silencio y suenan graves las tres llamadas al portón de la iglesia. El chirrido de los goznes barrunta inicio de semana grande y los aplausos que acompañan a la cruz de guía lo certifican.

La hermandad de la Entrada Triunfal cumple 50 años en la calle y la ocasión merece una buena mañana. Los padres de los pequeños hebreos se afanan porque mantengan la fila cuando comienza a escucharse de fondo la voz del capataz. Es el primer "¡vámonos valientes!" del año y tiene especial sentido. El paso del Señor entrando en Jerusalén cruza el dintel de la puerta en una difícil maniobra. La cuadrilla espera fuera para levantar las patas del paso y comenzar a fajarse en la trabajadera. Toda va bien. La banda de Caído y Fuensanta entona la marcha El Profeta, compuesta especialmente por uno de sus integrantes, Francisco Camacho, para este Cristo que trae la buena nueva. Los vecinos del barrio observan la procesión, algunos en pijama, desde sus ventanas y balcones. Saben que allí empieza todo y disfrutan como pocos del prólogo.

A las 10:54 vuelve a hacerse el silencio y desde el interior de San Lorenzo resuena poderosa la voz del capataz: "De frente, poco a poco... esos costeros..."·. Nuestra Señora de La Palma sale poco a poco a la calle entre los mimos de sus costaleros. Los músicos de la agrupación musical María Inmaculada de Linares apagan raudos, entre bromas, su último cigarro -siempre un último cigarro para calmar los nervios- antes de que los sones de Rocío acompañen el vaivén del palio. Ya está la Borriquita en la calle y enfila Santa María de Gracia en su 50 aniversario.

En la carrera oficial, miles de personas celebran ese 50 aniversario de la hermandad de San Lorenzo. En familia, como manda el Domingo de Ramos. Dispuestos a disfrutar de una jornada en la que la hermandad del cincuentenario les ha regalado una jornada de sol y buenos ratos.