Lucena vive su Pasión en una Magna extraordinaria
Subbética
Miles de personas disfrutan de una jornada histórica con una procesión extraordinaria que reúne a 18 imágenes de las 17 cofradías de Pasión de la ciudad
Las mejores imágenes del desfile procesional
Lucena ha vivido al fin la jornada histórica para la que se preparaba desde hacía más de un año. La última semana ha estado marcada por los preparativos de cofrades y santeros que han trasladado sus tronos e imágenes titulares de cara al magno evento. Todo ello se intensificó en la tarde del viernes y la mañana del sábado, con la visita a los templos que se hace tradicional en Semana Santa y que trasladó la ilusión de locales y visitantes hasta las calles de la ciudad.
La Magna Pasionista titulada Lucena vive la Pasión comenzaba al fin a las 18:15, momento en que las hispalenses cornetas de las Cigarreras han cruzado el dintel de la iglesia de Santiago, comenzando a desfilar por las calles de la ciudad hacia la carrera oficial que comenzaba en Los Maristas. Inmediatamente después, y desde el mismo templo, ha realizado su salida el primero de los pasos de la Magna, el Señor de la Columna, hechura capital dentro de la obra de Pedro Roldán y uno de los principales atractivos de la Semana Santa lucentina.
Con un horario prácticamente idéntico han comenzado a procesionar las imágenes de Jesús en su Entrada en Jerusalén y el Sagrado Lavatorio. La primera de ellas, encargada de abrir la Semana Santa cada Domingo de Ramos, era el primer paso en acceder a la carrera oficial, y precedido por la lucentina Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humillación Servitas, salía desde la iglesia parroquial mayor de San Mateo.
Por su parte, el Sagrado Lavatorio ha procesionado desde su ermita de Dios Padre, constituyendo uno de los misterios señeros de la estatuaria religiosa lucentina, debido a las gubias de Pedro de Mena. Tras la Entrada en Jerusalén ha partido la joven hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Caridad, representando el misterio de Jesús en el Desprecio de Herodes. Antes de las 19:00, han efectuado sus salidas el paso de misterio del Santísimo Cristo de la Humillación y el bello Nazareno de la Bondad, una imagen muy aclamada por el público ante la delicada factura del cordobés Francisco Romero Zafra, así como la granadina imagen de Jesús Caído y el Señor meditabundo de la Humildad, obra atribuida al círculo de Mena.
La salida de Jesús Nazareno ha sido sin duda el punto de inflexión de la tarde. Una ingente cantidad de público se ha congregado en el llanete que lleva su nombre y, tras la apertura del breve cortejo por parte de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, el venerado Nazareno ha salido excepcionalmente de las puertas de San Pedro Mártir. Unos instantes después, lo ha hecho el artístico paso de madera tallada y dorada del Santo Entierro. La archicofradía nazarena ha sido la única corporación que ha participado con dos pasos. Tras el paso de Jesús, se ha unido en la carrera oficial uno de los dos palios que han participado del evento sacro, la Virgen del Mayor Dolor, componiendo así una inédita calle de la Amargura.
Uno de los momentos a destacar ha venido de la mano de Nuestro Padre, ya que Jesús Nazareno antes de entrar en su templo ha impartido la tradicional bendición ante los sones de Vida interpretada por la Agrupación Musical Virgen de los Reyes. Pasadas las 19:00, la afamada Agrupación Musical de La Redención de Sevilla ha salido desde San Mateo a la Plaza Nueva, antecediendo a los dos últimos pasos que salían de la parroquia: el misterio de la Crucifixión de la Hermandad del Amor y el Cristo del Silencio, acompañado de una representación de sus tambores enlutados.
Las últimas puertas en abrirse han sido las de la conventual iglesia franciscana de la Madre de Dios, desde donde ha partido a eso de las 20:00 el Nazareno del Valle, uno de los atractivos de la procesión al estrenar la figura del Cirineo. Tras él, ha salido el excelso conjunto de la Virgen de las Angustias, obra del académico Blas Molner, quien además cumple 225 años desde su llegada a Lucena. Finalmente, la dolorosa de la Soledad, obra de Álvarez Duarte, y la recién estrenada imagen de Jesús Resucitado completaban los pasos de la procesión cuyo cierre ha corrido a cargo de la Banda de Música de Lucena.
La Virgen de Araceli ha bajado desde su Santuario de forma extraordinaria y ha presidido el paso de las imágenes desde un altar efímero situado en la fachada principal de la Parroquia de San Mateo. Han sido de especial emotividad los momentos en que las bandas de Cigarreras y Virgen de los Reyes dedicaban Ave María de Caccini y La Esperanza de María a la Patrona, respectivamente.
Esta procesión extraordinaria ha dejado estampas históricas tales como las salidas de La Humildad desde Santiago y La Soledad y el Valle desde la iglesia de Los Frailes, o las salidas de La Caridad, Jesús Nazareno o El Silencio en un horario distinto al habitual. También ha sido llamativa la participación de los cofrades en las cuadrillas de sus propias hermandades, algo que no suele darse con tanta abundancia en las procesiones de Semana Santa.
Además, las cofradías pasionistas lucentinas han sido escaparate para la maestría de sus mayordomías y vestidores, haciendo en este punto un especial énfasis en la destreza de los floristas que han compuesto unos adornos florales de corte extraordinario, en los que se han combinado distintas especies y tonos. Entre ellos cabe destacar la solemnidad luctuosa del adorno del Santo Entierro.
Finalmente, y pasada la medianoche, ha sido la Virgen de la Soledad en el regreso a su barrio de Santiago la que ha puesto el punto y final a la Magna Pasionista, tal y como hace con las procesiones penitenciales cada Sábado Santo.
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