La hermandad de la Caridad de Córdoba ha decidido prescindir "por motivos económicos" del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión para el Jueves Santo. En este sentido, al igual que ya sucediese el año pasado, la cofradía de San Francisco y San Eulogio ha vuelto a apostar por la banda de cornetas y tambores de Coronación de Espinas. Eso sí, el Cristo de la Caridad será portado por sus hermanos de honor legionarios en el tradicional vía crucis del Viernes Santo de esta corporación.

Carlos Pérez, hermano mayor de la hermandad de la Caridad, comentaba a el Día que "nosotros hemos apostado siempre por la idiosincracia de la cofradía y porque nuestros hermanos de honor desfilasen con nosotros los dos días en los que salimos en Semana Santa, pero económicamente no es viable para la cofradía". "Viendo que el carácter de la cofradía es serio pero no de silencio, hemos vuelto a apostar por la banda de cornetas y tambores", reconoció a este periódico.

A menos de un mes para la salida del Cristo de la Caridad por las calles de Córdoba el Jueves Santo, la hermandad de San Francisco y San Eulogio, tras un intenso mes de febrero en el que ha estado trabajando para poder contar con la Legión, ha decidido finalmente prescindir de sus hermanos de honor porque "la oferta económica no es asumible" por esta corporación.

Al contrario del año pasado, que tuvieron que acompañar el Jueves Santo al Cristo de Mena de Málaga, la hermandad de la Caridad sí tenía "disponible" a la Legión para los dos días en los que sale en la Semana Santa. De hecho, tenían la autorización del Ministerio de Defensa y de las subdelegaciones de defensa, pero la oferta económica no era viable para la cofradía.

Tras una junta extraordinaria realizada en la noche del pasado jueves, la hermandad de la Caridad tomó la decisión final. Este viernes ha sido ratificada ante las autoridades y ya cerró el acuerdo con la banda de Coronación de Espinas, que volverá a poner sus sones por segundo año consecutivo al Cristo de la Caridad por las calles de Córdoba. No obstante, como indicó la cofradía en un comunicado, se desplazará a Córdoba "una comisión del Tercio para acompañar al Señor de la Caridad y portar el guion que nuestra hermandad les legó en el año 1985 y que con cuidado custodian durante el resto del año en Melilla".

La Real Hermandad de la Caridad hizo hermano de honor al Tercio Gran Capitán I en el año 1951, debido a que Gonzalo Fernández de Córdoba -El Gran Capitán- fue miembro de la misma. Desde ese año, los militares han faltado muy pocas veces a su cita anual con el crucificado de San Francisco. Ahora faltarán por segundo año consecutivo en el Jueves Santo, aunque sí estarán en el vía crucis del Viernes Santo.

Mismos recorridos que en 2022

En su boletín informativo, la hermandad de la Caridad informó que pondrá la cruz de guía en el Compás de San Francisco a las 17:00, mientras que regresará a su templo para las 22:15. Algo más de cinco horas en los que recorrerá calles como San Fernando, Plaza de la Corredera, Plaza de San Pedro, Lucano, Plaza del Potro y Ronda de Isasa antes de entrar a la carrera oficial. Tras su paso por la Mezquita-Catedral, el trayecto será directo por el camino más corto hacia la iglesia de San Francisco.

Para el vía crucis del Viernes Santo, la hermandad de la Caridad contará con el acompañamiento del Tercio del Gran Capitán de la Legión. La salida está prevista para las 11:00 de la iglesia de San Francisco y recorrerá San Fernando, Cardenal González, Magistral González Francés, Catedral, Céspedes, Blanco Belmonte, Plaza de las Tendillas, Duque de Hornachuelos, Conde de Cárdenas, Cuesta Luján, San Fernando y entrada a la iglesia de San Francisco para las 14:00.

Por otro lado, la hermandad de la Caridad está "desbordada" por el reparto de las papeletas de sitio para su próxima estación de penitencia. Tras contar el año pasado unos 250 hermanos en su desfile procesional, la cofradía rondará para esta ocasión los 270-280, por lo que trabaja a marchas forzadas para cubrir las necesidades finales de sus hermanos.

Para este año, la cofradía de la Caridad, como informa en su boletín de Cuaresma, comenzó "el arreglo de las pértigas que portan los nazarenos que escoltan el Pendón de los Reyes Católicos". Dichas piezas se encontraban "dañadas desde hace tiempo debido a varios golpes que habían sufrido a causa de varias caídas durante la celebración de las anteriores estaciones de penitencia".

Emilio León en su taller ha sido el que ha llevado a cabo esta restauración. Además, de los daños estructurales, las pértigas presentaban "pérdida del baño de plata por las limpiezas anuales a las que son sometidas". La propuesta de restauración se basaba "en una eliminación del baño de plata, pulido y abrillantado de las piezas, sustitución de algunas de las piedras y cristales que decoran las pértigas, reposición de los elementos desprendidos y aplicarle un nuevo baño de plata a cada pieza".