Bajo un cielo encapotado, Jesús ha salido desde la iglesia de Santa Marina para anunciar su resurrección y llevar su mensaje por las calles de Córdoba. Esa es la idea central que mueve toda la Semana Santa y que culmina en el Domingo de Resurrección, un día festivo en el mundo cristiano por toda la carga de fe y de celebración que conlleva: al tercer día Jesucristo ha vencido a las tinieblas, convirtiéndose en la luz del mundo.

Aunque nublado, las predicciones no apuntaban ningún riesgo de lluvia para la esta mañana, por lo que la Hermandad de Nuestro Señor Resucitado y María Santísima Reina de Nuestra Alegría ha salido de su templo para realizar su estación de penitencia.

La majestuosa imagen del Señor, que ha abandonado el sepulcro ante el asombro de los romanos, está acompañada por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de Gracia, que a la salida ha tocado marchas como Dios está aquí, La muerte no es el final o Y yo soy la Resurrección y la vida.

El techo de palio de la Virgen ha lucido un nuevo bordado

Siguiendo el paso del Señor va el de la Virgen de la Alegría, una talla realizada por Martínez Cerrillo en 1951 que se caracteriza por el hoyuelo de su barbilla, su rostro sereno y mirada confortadora.

Tras el palio va la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor (Sevilla), que ha acompañado la salida de la Virgen con la marcha Reina de Nuestra Alegría y durante el camino le está dedicando temas como Hiniesta de San Julián.

De esta forma, el tiempo ha permitido que la hermandad estrenara el bordado del techo del palio de su titular mariana, que representa la Resurrección de Cristo. El encargado de ejecutarlo ha sido el bordador de Écija Jesús Rosado usando las técnicas de bolillo y tisú con ondulaciones en las cresterías, mientras que el nuevo diseño del palio es del cordobés Rafael de la Rueda.