La capilla del colegio Santa Victoria acogió este sábado la decimoséptima edición del pregón del costalero, cita organizada por la hermandad de la Sagrada Cena. José Carlos Rubio, hermano de las cofradías de la Oración en el Huerto, Nuestro Padre Jesús del Calvario, Jesús Nazareno y Nuestra Señora de Villaviciosa, tomó el testigo de José Manuel Maqueda, hermano mayor de la Misericordia y encargado de disertar sobre el mundo del costal en 2022.

José Carlos Rubio, perteneciente a una familia vinculada al noble arte de la talla y la imaginería cofrade, acumula más de tres décadas de experiencia tras cursar sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos Mateo Inurria de Córdoba. "Mis apellidos me marcan directamente. Antonio Rubio Moreno, mi padre, fue tallista, escultor, restaurador y dorador de la ciudad de Córdoba, y mi abuelo materno Rafael Valverde Toscano, fue tallista y escultor de la ciudad de Córdoba", reconoció a el Día.

"En este gremio la mayoría de clientes eran cofradías. Se da el caso de que allá por el año 74 aparece la cofradía del Huerto por mi casa, yo tenía dos añitos y es cuando mi padre realiza la Virgen de la Candelaria. Ahí es donde se implanta o donde germina en mí la semilla del mundo de las cofradías, aunque no deja de ser una evolución continua", explica a este periódico antes de llevar a cabo la decimoséptima edición del pregón del costalero.

En la capilla de Santa Victoria, José Carlos Rubio disertó sobre el mundo del costal, un pregón que supone "un gran esfuerzo porque no soy hombre de letras ni de verbo fácil". Además, también es "un compromiso" contraído con la hermandad organizadora y "un reconocimiento" por los años acumulados "debajo de la trabajadera".

Los componentes de la Agrupación Cristo de Gracia, durante el pregón.

Fue un pregón en el que el tallista cordobés habló de su percepción, de su vida y de su trayectoria como costalero en las cuadrillas en las que ha estado. Rubio entró de lleno en sus vivencias y también hizo un bagaje por las cosas más simbólicas y más llamativas que pasaron por él, sobre todo en sus comienzos como costalero. 

Un mundo del costal que cambió "muchísimo, como la noche al día". Además, destacó Rubio que "en casi todos los casos, el mundo del costalero hoy en día en Córdoba está instalado en la comodidad y sobre todo porque se contempla en una cosa que es obvia, que esto está de moda". El tallista cordobés indicó que para estar debajo de un paso es necesario "el compromiso". "Para mí es el mayor de los valores que tiene que tener un costalero, tener un compromiso con la imagen que va arriba, con los que lleva alrededor, con el capataz y consigo mismo", reconoció.

"Cuando uno se mete de costalero en una cuadrilla, debe darlo todo y estar a piñón con el que está a su lado", esgrimió un José Carlos Rubio que destacó a los capataces que son "amigos de sus cuadrillas" y es "uno más". Por último, el tallista cordobés, que reconoció "la evolución" del mundo del costal, destacó a Rafael Bracero Montoro, que fue su primer capataz en el Huerto.

Por otro lado, también se encontró "con el costalero de rancio abolengo y su experiencia con Javi Juárez, que después fue capataz en otros sitios". "La evolución de este mundo nos hace aprender continuamente", comentó un José Carlos Rubio que contó con el acompañamiento musical de la Agrupación Sagrada Cena en la capilla de Santa Victoria.