Investigación

Descubren otro peligro de comer rápido relacionado con el colesterol

Descubren otro peligro de comer rápido relacionado con el colesterol

Descubren otro peligro de comer rápido relacionado con el colesterol / pexels

Si quieres hacer las cosas mal, hazlas con prisa. O de manera inconsciente. Esto se aplica en muchos ámbitos de nuestra vida y, como no podía ser de otra manera, también en el de la alimentación.  Llevar una dieta equilibrada es fundamental para mantener una salud adecuada, además de mantener un peso ideal. Pero en ocasiones cumplir este propósito no depende únicamente de los alimentos que componen nuestro menú, sino del tiempo que invertimos en comerlos y el modo en que lo hacemos. Hay gente que está acostumbrada a comer despacio, en la mesa y en familia, como parte de un estilo de vida saludable. Por el contrario, otros también comen de esta manera pero lo hacen de forma rápida para abacar todo lo que incluyen en la agenda. 

Ahora, se ha demostrado que almorzar y cenar en menos de veinte minutos o desayunar en diez minutos sobre la marcha duplica el riesgo de colesterol alto y también se asocia con una mayor probabilidad de aumentar de peso. El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre. El cuerpo necesita colesterol para formar células sanas, pero tener altos niveles de colesterol puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. 

"El colesterol no es el único elemento metabólico que empeora tras una comida demasiado apresurada: estudios previos han demostrado que comer demasiado rápido se asocia con un aumento en el consumo de alimentos y también lo confirma nuestro trabajo", indica Annamaria Colao, presidenta de la Sociedad Italiana de Endocrinología.En este sentido,los investigadores descubrieron que comer rápido retrasa la sensación de saciedad. Esto hace que continuemos comiendo a pesar de haber cubierto nuestras necesidades energéticas y nutricionales.

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Así lo demuestra una investigación realizada sobre 187 personas con obesidad cuyos hábitos alimentarios han sido minuciosamente investigados, incluida la duración de las comidas: comerlas a gran velocidad, en menos de veinte minutos. para las comidas principales, el riesgo de desarrollar colesterol alto aumenta significativamente.

Esto ocurre debido a que el organismo no tiene suficiente tiempo para que las señales de saciedad lleguen al cerebro, haciendo con que se ingiera más cantidad de alimentos y a su vez más calorías de las que el organismo necesita, favoreciendo así la ganancia de peso.

Esto, añadiendo que quienes cenan en pocos minutos suelen consumir más una comida completa. Por otro lado, los que se toman un tiempo tienden a comer un solo plato y una guarnición con más frecuencia, lo que indica que la velocidad en la mesa es un error alimentario que se asocia con otros malos hábitos.

ULTRAPROCESADOS, LOS MÁS PELIGROSOS 

Entre los alimentos que se pueden comer más rápido están los ultraprocesados, como algunos embutidos, que son muy calóricos y poco saludables.Por ello, dedicar unos minutos más en la mesa a madurar la conciencia alimentaria podría jugar un papel clave en la prevención de la obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas a ella.

Esto se relaciona, a su vez, con el síndrome metabólico: afecciones como el aumento de la grasa en el abdomen o la presión arterial alta, que elevan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. ''Respetar ritmos más lentos nos ayudaría mucho a prevenir enfermedades metabólicas: por eso es necesario recuperar la posesión del tiempo y vivir el momento de la comida como un abrazo cotidiano'', concluye Colao.

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