La Virgen de Luna ya está coronada: "Deseamos que nuestra Madre reine en nuestros corazones y en nuestros pueblos"

El santuario de La Jara ha vivido este domingo, 7 de diciembre, un intenso día de gloria con la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Luna, en un acto solemne que ha manifestado la unión de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba en la devoción conjunta a la patrona y alcaldesa perpetua de ambas localidades de la comarca de Los Pedroches. El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, ha presidido la ceremonia de coronación, acompañado por el obispo emérito, Demetrio Fernández, quien fue el que impulsó junto las cofradías de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba el proceso que ha culminado.

La solemne ceremonia ha podido seguirse bajo una inmensa carpa ubicada junto al santuario, donde se ha instalado un altar acorde a la cita, amplio, elevado y en tonos granates y dorados, decorado con una corona plateada sobre el baldaquino que albergaba la imagen de la Virgen de Luna y su niño Jesús, que también ha sido coronado junto a su madre. Los ángeles también han tenido su protagonismo en este altar de La Jara, al igual que las banderas de la cofradía de Nuestra Señora de Luna de Pozoblanco, la de la hermandad de Nuestra Señora de de Luna de Villanueva de Córdoba, así como la bandera de la hermandad del Resucitado y Nuestra Señora de Luna de Pozoblanco. Los actos propios de la celebración que ambos pueblos tienen en torno a su patrona también han estado presentes en la ceremonia, como las descargas de escopetas de los hermanos pozoalbenses en los momentos claves del acto.

Miles de fieles han querido estar presentes en este día histórico para Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, ocupando los 2.000 asientos del interior de la carpa -algunas mujeres han llevado mantilla y los hombres con chaqué-, y siguiendo la ceremonia en los alrededores de la misma, ya que el buen tiempo ha permitido que los laterales de la carpa hayan estado abiertos y poder seguir el acto en vivo. También se ha instalado una pantalla en mitad de la carpa que permitía ver los detalles de la coronación por todos los presentes. Un día soleado de invierno, con una temperatura agradable que ha permitido vivir el día de fiesta en familia y simbolizando la unión de los dos pueblos entorno a una misma devoción.

En su homilía, el obispo ha destacado el papel de la Virgen María como "madre de un solo pueblo" y ha recordado que las coronas que simbolizan la unión de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco. Con este gesto, ha señalado, "nos reafirmamos en el deseo de que nuestra Madre reine en nuestros corazones, en nuestros pueblos y en nuestra esperanza”. Asimismo, ha subrayado que en la imagen del Niño, “contemplamos al Rey que se abre paso en este mundo".

Tras la homilía, el párroco de Villanueva de Córdoba, José Félix García, ha explicado la devoción a la bendita imagen de la Virgen de Luna y ha recordado a su vez cuando el 5 de diciembre de 2024 recibieron la carta del entonces obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, notificando la concesión de la coronación canónica de la Virgen por parte del Papa Francisco. “A partir de esa noticia que nos llegaba del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ambas hermandades han trabajado unidas un intenso programa de actos encaminados al fomento de la piedad y la devoción a la Virgen”, ha asegurado. Además, esta coronación ha traído consigo una obra social destinada a Cáritas parroquial, a las Obreras del Corazón de Jesús y a la Misión Diocesana de Picota, en Perú. “Se ha llegado a esta coronación con una preparación hecha con todo el corazón”, ha recordado.

A continuación, ha tenido lugar la Coronación Canónica de la Virgen de Luna por parte de Jesús Fernández, mientras sonaba el Salve Regina, interpretado por las corales de la Peña Marcos Redondo y de San Miguel. El obispo emérito, Demetrio Fernández, por su parte, ha sido el encargado de coronar al Niño, por su importante papel en todo el proceso de coronación que se inició en 2024. Tras la imposición, los presentes han dado un sonado aplauso, mientras han sonado las descargas de los hermanos de la cofradía de Pozoblanco.

2,4 kilos de plata de primera ley

La corona de la Virgen es obra del orfebre sevillano Ramón León y se ha realizado en parte con el oro y la plata procedente de las donaciones de los fieles de Pozoblanco y de Villanueva de Córdoba. Para su diseño se han empleado 2,4 kilos de plata de primera ley, cuidadosamente trabajada y enriquecida con 65 gramos de oro destinados a la cruz de remate y al resplandor que enmarca la luna. La pieza se engalana con cinco amatistas seleccionadas por su pureza, una circonita de 5 milímetros situada en el corazón de la cruz, y un conjunto de cien circonitas de 2 milímetros que destacan los cráteres de las lunas, aportando un efecto luminoso y celestial. A ello se suman 26 perlas naturales colocadas en las puntas de los rayos, evocando la luz que irradia la presencia de la Madre de Dios.

Por su parte, la corona del Niño Jesús, delicada y armónica, ha sido elaborada con 710 gramos de plata, manteniendo la coherencia estética y simbólica con la corona de la Virgen. Ambas piezas han sido finalizadas con un baño de oro de 24 quilates que otorga calidez y nobleza, acompañado de un baño de rodio aplicado a la luna central de la corona de la Virgen, a los ángeles que la flanquean -representación fiel de la devoción y entrega del pueblo de Pozoblanco y de Villanueva de Córdoba- y al monograma JHS que preside el orbe de la corona del Niño.

Una devoción compartida en Los Pedroches

Además, el obispo ha querido agradecer a todas las personas implicadas en este acto, especialmente a los ayuntamientos y a las cofradías por el buen trabajo realizado en este tiempo, por la ilusión mostrada en cada detalle de la ceremonia y el significado de unión entre ambos pueblos con una devoción compartida. Una unión que se ha materializado en el abrazo que el presidente de la hermandad de Villanueva de Córdoba, Juan José Cartán, y el capitán de la cofradía de Pozoblanco, Juan García, han protagonizado en el altar tras la lectura de la acción de gracias.

El acto de la Coronación Canónica ha finalizado con la firma del acta de la misma, donde han rubricado sus firmas los obispos, los párrocos de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba y los representantes de ambas hermandades de la Virgen de Luna. Seguida de este momento se ha escuchado el Himno de la Coronación, obra de Juan Bautista Escribano y Miguel Torralbo Reyes.

Concluida la solemne ceremonia los vivas a la Virgen de Luna Coronada y su Niño se han podido escuchar mientras se bajaba la imagen del altar para celebrar la procesión alrededor del santuario de La Jara. Precedida por las banderas de las cofradía y hermandad de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, la Virgen de Luna ha procesionado ya coronada acompañada por los fieles que han querido vivir de cerca este momento histórico para ambas localidades. Luciendo el nuevo manto de color azul intenso y con los escudos de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba bordados como símbolo de unión, ambas hermandades han sabido unir los rituales de respeto hacia su patrona compartida, con los revoloteos de ambas banderas, el lucimiento de las alabardas, el sonido del tambor y las descargas de escopeta.

Autoridades

La Coronación Canónica de la Virgen de Luna ha contado entre sus asistentes con autoridades de distintas instituciones como el presidente del Parlamento Andaluz, Jesús Aguirre, el delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Adolfo Molina, el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, delegados provinciales como Eduardo Lucena y Dolores Sánchez, así como diputados provinciales y alcaldes de la comarca de Los Pedroches.

Los alcaldes anfitriones, Isaac Reyes, de Villanueva de Córdoba, y Santiago Cabello, de Pozoblanco, han agradecido la presencia y solemnidad del acto a las autoridades eclesiásticas, así como el arduo trabajo de ambas cofradías y hermandades para que este día haya sido “disfrutado felizmente por muchas personas”, además de lanzar un mensaje común de que esta unión de ambos pueblos arropados por la Virgen de Luna se mantenga igual de viva en las generaciones futuras. Por su parte, el capitán de la cofradía de Pozoblanco, Juan García y el presidente de la hermandad de Villanueva de Córdoba han querido poner el énfasis en el “valor de la corona, no solo simbolizando el valor material, sino también el valor de la devoción, espiritual y el valor humano de una corona que son sus hijos y hermanos en un solo corazón”.

Los actos en torno a la Coronación Canónica concluyen este lunes, 8 de diciembre, día de la Inmaculada con una misa de acción de gracias que se celebrará también en la carpa ubicada en el santuario de La Jara, oficiada por los sacerdotes de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba y con la música de los coros romeros Voces de la Sierra y Virgen de Luna.