Villa del Río reclama un plan integral para evitar inundaciones

Alto Guadalquivir

El Consistorio solicita al Gobierno, Adif y la CHG inversiones para solucionar los problemas que provocan el río Guadalquivir, los arroyos Salado y Cañetejo y la falta de limpieza de sus cauces

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Puente Romano y primer puente de la autovía A-4, sobre el arroyo Salado a su paso por Villa del Río.
Puente Romano y primer puente de la autovía A-4, sobre el arroyo Salado a su paso por Villa del Río. / El Día

Villa del Río ha padecido a lo largo de su historia numerosas inundaciones, unas motivadas por su situación geográfica, dado que toda la zona norte del núcleo urbano limita con un meandro del río Guadalquivir a su paso por el municipio; y otras por falta de infraestructuras que puedan dar solución a este problema. Ante esta situación, el Pleno de la Corporación municipal, con el respaldo unánime de todos los grupos con representación, ha decidido reclamar al Gobierno, a través de los ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y de Fomento, a Adif, y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una serie de inversiones para acometer diversas actuaciones que acaben con esta problemática.

Los puntos conflictivos que provocan las inundaciones son principalmente el río Guadalquivir, los arroyos Salado y Cañetejo, y la falta de limpieza de sus respectivos cauces. Sin ir más lejos, en los últimos episodios de fuertes lluvias de hace un par de semanas, el Ayuntamiento tuvo que activar una actuación de emergencia en el cauce del Cañetejo para retirar troncos y cañas y evitar así su desbordamiento. Y la pasada primavera fue el Salado el que se desbordó a su paso por la localidad, obligando a cortar al tráfico la carretera CO-5105, una vía de poco tránsito y usada principalmente para alcanzar explotaciones agrícolas, por la presencia de balsas de agua.

Las últimas inundaciones provocadas por el río Guadalquivir fueron en febrero y diciembre de 2010, causando importantes destrozos en infraestructuras deportivas, zonas de cultivo y algunas viviendas. Pero los problemas de entonces, siguen sin resolverse. De un lado, el Consistorio villarrense reclama a la CHG que respete los niveles de seguridad de los pantanos al comienzo de la temporada de lluvias, pues la primera de aquellas dos crecidas fue causada por los desembalses río arriba; y de otro, le solicita una actuación de encauzamiento del mismo en su tramo urbano para proteger al municipio de la erosión existente en el meandro.

Una actuación, recuerda el Ayuntamiento, que está solicitada desde 2003, incluso con un proyecto realizado por la Confederación y un posterior convenio con el Ministerio de Medio Ambiente, pero que no ha sido tenida en cuenta a pesar de las posteriores reclamaciones por todos los equipos de gobierno. Con todo, parte de esa propuesta está pendiente de llevarse a cabo ahora, toda vez que Villa del Río la presentó a la convocatoria de fondos europeos del plan EDIL, siendo posteriormente aprobada con una inversión en torno al millón de euros. El plan servirá para rehabilitar la zona de la Ribera, realizar una escollera en el meandro y construir un embarcadero, entre otras cosas.

Paseo de la Ribera de Villa del Río.
Paseo de la Ribera de Villa del Río. / El Día

Los problemas del arroyo Salado coinciden con la construcción de un segundo puente sobre él para el paso de la autovía A-4, en su proceso de conversión desde carretera nacional, para los dos carriles en dirección Córdoba. De hecho, ni el primer puente de la citada vía (dirección Madrid) ni el Puente Romano, declarado BIC, habían dado problemas antes. Fue la colocación de una losa de hormigón en el mismo cauce para evitar la erosión sobre sus cimientos, a la que no se le dio ni la forma ni la profundidad necesarias, la que ha provocado una disminución de la capacidad de evacuación de la milenaria pasarela, ya que en las crecidas hace de presa, por lo que el arroyo se desborda y el puente queda dañado seriamente. Es por eso que el Pleno solicita a Fomento la modificación de esa losa para bajar la base del caudal y devolverla a la situación que presentaba antes de su construcción.

Más puntos de conflicto presenta el arroyo Cañetejo, el último en dar un susto a la población villarrense hace sólo unos días. De un lado, tiene un paso bajo el talud del ferrocarril demasiado pequeño para las situaciones de crecida, a lo que hay que añadir que está desviado con respecto al cauce, por lo que a veces vierte fuera del mismo. El Consistorio solicita a Adif aumentar la capacidad de paso bajo la línea férrea y realizarlo en el sentido del cauce.

De otro lado, vuelve a aparecer en escena la autovía A-4, pues en lugar de construir un puente con capacidad suficiente, se colocaron dos tubos para el paso del agua que constantemente se llenan de arenas, disminuyendo su capacidad de evacuación. En caso de desbordamiento, como ocurrió en 2010 y 2011, no sólo se ven afectados tierras de cultivo, sino también las viviendas de los huertos familiares y las empresas que se ubican en el polígono industrial de La Vega. La solución pasaría por construir un nuevo puente con mayor capacidad y sin los tubos actuales, un proyecto que tiene redactado Fomento, pero que no se ha ejecutado aún.

A todo esto hay que añadir el problema de la falta de limpieza de los cauces, lo que provoca que la capacidad de evacuación de agua disminuya mucho. El Ayuntamiento villarrense indica que tanto el del río Guadalquivir como los de los arroyos Salado, Cañetejo y Las Cañas no han sido limpiados hace años, por lo que cuando hay crecidas aparecen rápidamente cañas, ramas secas o basura que provocan desbordamientos. En este caso, y como autoridad competente, el Pleno reclama a la CHG una limpieza anual de los mismos.

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