De la tecnología industrial al 'hazlo tú mismo'

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Los 120 expositores de la XVIII Feria del Olivo ofrecen todo tipo de productores relacionados con el aceite y el cultivo de la aceituna

Francisco Muñoz de León, de Materia Viva F7.
Ángel Robles

13 de mayo 2016 - 05:01

Del do-it-yourself a los últimos avances en maquinaria para industrias y cooperativas. La XVIII Feria del Olivo de Montoro acoge hasta mañana sábado en el complejo de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero la oferta de 120 empresas llegadas desde varios países, desde tractores o máquinas para embotellar el aceite hasta bombas industriales, artesanía o aplicaciones para tecnología móvil. Todo lo relacionado con el olivo está aquí, tanto para almazaras que quieran renovar sus instalaciones como para particulares que deseen producir su propia cosecha de aceite.

Es el "hazlo tú mismo", como explica que Luis Moya, uno de los responsables de la empresa In Via, con sede social en Vilafranca del Penedès (Barcelona). "La idea es que la gente pueda hacer sus propias producciones en casa, ya sea con 100, 500 ó 1.000 kilos de aceituna", dice. El kit básico asciende a 2.750 euros y dura "toda la vida". Incluye molinillo, cubillo para recoger la pasta, amasadora manual, prensa hidráulica con accesorio manual, una cántara para la recogida, decantador cónico y depósito para almacenaje del producto. "En Andalucía no hay mucha cultura del do-it-yourself, pero es una tendencia muy habitual en Cataluña asociada a los payeses", explica Moya. El accionamiento manual, sin maquinaria eléctrica, ayuda a que la máquina "dure para siempre, sin mantenimiento", dice el comercial.

Quien decida dar el paso de poner en marcha su propia producción quizás puede redondear la aventura con la propuesta de Russotecnoservice, una firma de Padua, en el Véneto italiano, que ofrece un sistema para el etiquetado de botellas a pequeña escala, explica el responsable de la firma, Salvatore, con inconfundible acento italiano. A pocos metros de su expositor, Boyser muestra su bomba peristáltica, "muy utilizada en diferentes sectores y que ahora ha empezado a emplearse para la producción de aceite", explica Ricardo Plaza, uno de los responsables de la firma. Este mecanismo de última generación se utiliza para alimentar el decantador de la termobatidora -explica-, con la facultad de que "no transmite elementos no deseables al producto, sobre todo trazas". Ya se emplea en la depuración de aguas, la industria papelera o el sector vitivinícola. Y ahora desembarca en las almazaras.

Tal es el volumen de la oferta y la demanda asociadas al olivar que la Escuela Valenciana de Cata decidió crear una aplicación específica para móviles, Olive Oil Meeting Point, también presente en la feria montoreña. El servicio es "totalmente gratuito", explica una de las responsables de esta iniciativa, Helena Relaño. El resultado es una especie de milanuncios para el sector oleícola y su amplísima influencia, desde cosmética hasta maquinaria, publicidad, embalaje e incluso ofertas laborales.

Porque la creación de empleo y riqueza es, al fin y al cabo, el objetivo último de esta feria de muestras que se celebra cada dos años en un municipio que presume de su propia Denominación de Origen (Montoro-Adamuz). Un montoreño, precisamente, está tras la marca Materia Viva F7. Es Francisco Muñoz de León, afincado en la barriada periférica de Santa Cruz, en Córdoba capital, un artesano que ha hecho del trabajo de la madera del olivo su forma de vida. Desde hace 15 años, de sus manos han salido tarjeteros, cascanueces, lapiceros, lámparas o mesas y botelleros de dimensiones monumentales, como el que adquirió el futbolista del Real Madrid Sergio ramos. "No es complicado encontrar materia prima porque están sacando mucho olivar y todo es reutilizable", explica.

La firma Ibesol, precisamente, vive del aprovechamiento de los recursos naturales. De la madera se obtiene el pellet que alimenta sus estufas, aunque su producto estrella aquí es la bomba de pozo fotovoltaica: "Los propietarios, con esta tecnología, se ahorran los generadores y el combustible. Ya ha empezado a instalarse en muchas fincas", dice Esperanza Romero, una de las responsables de la empresa. Al final, la clave del futuro está en la propia naturaleza.

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