Subbética

Rute paladea la Navidad

  • El museo del anís de Destilerías Duende cumple 25 años desde su apertura

  • Fue el primero de la decena de espacios expositivos del municipio de la Subbética

Anselmo Córdoba, rodeado de visitas, en el museo del anís.

Anselmo Córdoba, rodeado de visitas, en el museo del anís. / El Día

La Navidad cae en cascada en Rute. Las candelas de leña de olivo arden en las plazas desde la tarde de ayer, el alumbrado brilla en las calles y una decena de museos relacionados con la rica gastronomía local se prepara para recibir a miles de personas, hasta 100.000 según los cálculos del Ayuntamiento. El puente de la Constitución es el punto de partida de esta aventura que incluye belenes de chocolate, un mundo de fantasía en azúcar y, cómo no, el anís que lleva achispando las navidades desde hace siglos. Tal es la oferta y la demanda que la Junta se ha comprometido a conceder a Rute el reconocimiento de Municipio Turístico de Andalucía, el primero que lo lograría en la provincia.

El museo de Destilerías Duende fue pionero en descubrir que la Navidad era mucho más que una fiesta para disfrutar en familia o con amigos. Fue hace ya 25 años, cuando un joven Anselmo Córdoba, nieto de los fundadores de la casa, ideó un museo donde mostrar que lo que allí se hacía era digno de ser mostrado. Fue un atrevimiento que, con los años, han seguido otras muchas empresas agroalimentarias de la localidad de la Subbética, que ya ayer recibieron a varios miles de personas. “El museo del anís es el origen del turismo de Rute”, presume Anselmo Córdoba, que recibe de manera personal a los huéspedes con un delantal rojo y una botella para que prueben el primer chupito.

En su pensamiento estos días, y más que nunca, está presente su tía, Teresa Córdoba, fallecida hace pocos meses a los 90 años y del que recuerda su carácter como pionera. En los 60, cuando la mujer estaba prácticamente predestinada a cuidar de la familia, Teresa tuvo el atrevimiento de fabricar ginebra y ron. “Fue una adelantada a su tiempo”, le agradece. El tiempo, claro está, le dio la razón: Teresa Córdoba tiene una calle en Rute y un sobrino que se esfuerza por que su localidad, recostada contra la Subbética, despunte como destino turístico del centro de Andalucía. Anselmo Córdoba fue, de hecho, el fundador de la primera oficina de turismo en un municipio de la provincia más allá de la capital, cuando las facultades de Turismo ni siquiera existían.

Este viernes tiene el “honor” de encender las candelas y de darle al interruptor del alumbrado extraordinario en compañía del alcalde, Antonio Ruiz. Y en días anteriores ha recibido a figuras de peso político como el ministro de Agricultura, Luis Planas; el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, o este mismo jueves la secretaria del PSOE andaluz, Susana Díaz. Aunque Memi, como lo conocen en Rute, insiste en que todo el mundo está invitado a visitar un patio que cada Navidad luce con primor y, por supuesto, atrevimiento.

Este año ha optado por renovar la decoración industrial marca de la casa, ha lanzado nuevo etiquetado en conmemoración de las bodas de plata del museo y ha presentado un llamativo belén en el que los Reyes Magos destilan anís, la Virgen María envasa las botellas y los angelitos ayudan con el empaquetado. Respecto a la producción, la novedad es la línea Sabores con duende, licores con caramelo y tofe. También se ha renovado el packaging de los productos dirigidos al público infantil, que incorporan materiales comestibles.

“Rute es ya una marca de calidad, de excelencia, gracias al trabajo de todos sus emprendedores, gracias a nuestros productos, que son, efectivamente, de excelencia, como los mantecados y otros dulces de Navidad, como los anisados, como los jamones y otros productos derivados del cerdo, y como nuestros aceites de oliva, que están consiguiendo los mejores premios en todo el mundo, y que además son presentados de forma original e innovadora en nuestros museos: del turrón, del azúcar, del chocolate, del anís, del jamón y de la chacina”, destaca el alcalde, Antonio Ruiz.

Ello hace de la localidad, insiste, “un destino preferente en estas fechas”, hasta el punto de que “no es que no exista Rute sin la Navidad, sino que la Navidad ya no existe sin los productos de Rute”, como lo demuestra que “en estos dos meses nos visitan más de 100.000 personas”.

Un belén de chocolate de récord

Aparte del museo del anís, el belén de chocolate que elaboran los maestros pasteleros de la empresa Galleros Artesanos es una de las principales atracciones del municipio. Este año emplea 1.500 kilos de chocolate de diferentes clases en los 65 metros cuadrados que ocupa y en los que anima a adentrarse en la magia de la Pascua, con un mundo de fantasía por el que pululan elfos y duendes. Hay castillos mágicos, pueblos donde viven los gnomos, criaturas extraordinarias y huevos que cobran vida.

Como novedad, un río de caramelo recorre el nacimiento, que es el de mayor extensión creado nunca por esta empresa centenaria. Para su montaje, se ha necesitado chocolate de diferentes clases, como negro, con leche, blanco y, por primera vez, de colores. Además, se han utilizado unos 50 kilos de fondant para la elaboración de algunos de los detalles que se pueden apreciar, ha detallado Europa Press.

En su montaje han participado hasta siete personas, cada una de ellas con una habilidad diferente hasta “conseguir el mejor resultado”. La elaboración arranca tras la Semana Santa y se alarga hasta final de septiembre, cuando se suele dar por terminado; como el resto de exposiciones, que suman una decena y entre las que también destaca el museo del azúcar de La Flor de Rute, estará abierto hasta el 5 de enero.

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